Donostia. Las traineras hablaron ayer en Zarautz. Incluso gritaron por las ondas que les tendió el Cantábrico. Reivindicaron el remo, pero sobre todo la mar. La Liga San Miguel premia a la embarcación más regular, ya sea en la lotería de la ría, bajo la protección de una bahía o en mar abierta. Pero ayer, con su espectáculo, los botes reclamaron más citas en aguas saladas, a poder ser sin ataduras de espigones ni abrigos de tierra, a fin de dar rienda suelta al remo con todos sus alicientes: la trapalla, el viento, las palcas laterales, las empopadas eternas, las remontadas inverosímiles en apenas dos charcos. Con todos esos ingredientes forjó Orio su enorme palmarés, y ayer se revolvió ante el acoso de Urdaibai.

Por tercera vez en los últimos cinco años, los aguiluchos tomaron ventaja en la primera jornada de la Bandera de Zarautz, tras frenar el resurgir que Castro ya apuntó en el Campeonato de España. La Marinera fue segunda a sólo 1.39, tras ganar in extremis su tanda ante Astillero, que acabó a 1.61. Las diferencias son escasas de cara a la pugna por la ikurriña más preciada, pero el agujero de puntos fue muy favorable para los aguiluchos, ya que Kaiku -cuarta a 10.67- se catapultó en la clasificación general con su mejor actuación liguera y dejó a Urdaibai en la quinta plaza y fuera, por tanto, de la tanda de honor de hoy (12.00 h.).

La Bou Bizkaia desplegó todo su potencial en los largos de ida, en los que el viento y las olas en contra desnudaban la fuerza de cada bloque. Pero su brío se calmó en popare, sobre todo en el segundo largo.

El Cantábrico no es que rugiera con toda su bravura, pero sí concedió -no era difícil- las mayores olas del año. También los mejores instantes, salvo en las salidas, que se hicieron eternas ante la dificultad de las cuadrillas para enfilar sus barcos y la puntillosidad del juez de salida para izar la bandera blanca.

Curiosamente, en el momento en que Aitor Carrillo iba a soltar la estacha, la baliza de Orio se retrasó, aunque el percance se subsanó sin trascender en la clasificación. Poco a poco, los amarillos asomaron su proa, que bailó con la de Urdaibai en un primer largo igualado, aunque ambas viraron tras Hondarribia, Astillero, Kaiku, Castro y Pedreña.

Los azules realizaron una gran ciaboga -Asier Arego fue elegido mejor patrón- y salieron a comerse el segundo largo. Orio vivió su peor momento, se vio casi un bote por detrás, pero salió del agujero para firmar tres cuartos de largo colosales. A 700 metros de la baliza, en apenas dos olas, endosó ocho segundos a Urdaibai, a la que llegó a superar San Juan. Ahí se acabó el mano a mano entre las dos mejores de la liga, y Orio comenzó a mirar el GPS, que le situaba tras Astillero y Pedreña.

De brankas, Urdaibai y Orio firmaron los mejores registros, y los de Joxean Olaskoaga -que dejó en tierra a Ibon Urbieta y Agustín Mujika- igualaron el mejor crono de Astillero. Faltaba volver, donde los patrones debían decidir entre seguir la dirección de las olas, que marcaban hacia la calle uno, o en el sentido el viento, que mandaba para fuera. Orio optó por irse hacia la uno, volvió a gozar con las olas, pero fue viendo cómo el colchón de seis segundos que disponía sobre Castro iba mermando hasta quedar en uno solo, mientras San Juan se desdibujaba y Tirán sufría para ser penúltima.

La Marinera se salió en ese último largo para remontar en la tanda cántabra, en la que San Pedro se quedó pronto y luego apenas olió una ola, lo que deja a la Libia a cuatro puntos de Kaiku. La Bizkaitarra emergió en la primera tanda, en la que Hondarribia lo bordó de inicio pero, a la vuelta, en cada ola fue echando por la borda la renta amasada. En el largo final regresó mejor, como se supone a su plantel. Zumaia logró su mejor puesto (9º) y Zarautz no gozó.

LIGA SAN MIGUEL - Zarauzko XXXIII. Ikurriña (I)