La Real está haciendo lo que puede para que Zubieta presente la mejor imagen posible en la gran final por el ascenso que disputará el Sanse y el Nàstic. El club ha maquillado la grada visitante, después de las duras quejas que recibió por parte de la afición emeritense y el propio alcalde de la localidad al estar colocando asientos y vaciar de piedras para que a nadie se le pase por la cabeza lanzarla al campo. Además ha colocado otra grada enfrente de la Tribuna principal lo que le va a permitir aumentar el aforo con capacidad para 300 espectadores.
En total serán 1.700 personas las que podrán acceder al José Luis Orbegozo para ver en directo el duelo, 300 de ellos llegados desde Tarragona para apoyar al Nàstic, entre los que hay 50 ultras. Por lo tanto se espera que sean 1.400 los realistas que puedan acceder con entrada al partido, aunque fueron casi 5.000 los socios que solicitaron la suya.
La tribuna de prensa, si es que se puede llamar así, se quedará pequeña para albergar a una cincuentena de periodistas, casi el doble que en el choque ante el Mérida. Por si fuera poco, el césped del z2, el campo en el que suele ejercitarse el primer equipo, ya se ha colocado y estará en perfectas condiciones para el 7 de julio cuando comienzan la pretemporada los de Sergio Francisco.