La mano de Iñigo Martínez era un claro penalti que no señaló ni Estrada Fernández ni, con distintas pantallas con todo tipo de ángulos, el VAR durante la final de Copa. Esta imagen confirma que cuando el de Ondarroa corta con su brazo el centro de Mikel Oyarzabal se encuentra claramente dentro del área. Los realistas no tardaron en quejarse pero pese a que Iglesias Villanueva y González González se pasaron un buen rato analizando la acción, decidieron no corregir la decisión inicial tomada por el trencilla de campo. Lo más curioso es que después de golpear en el brazo, el balón incluso bota dentro del área, lo que confirmaría con nitidez, por las propias reglas de la física, que el extruri-urdin estaba dentro de sus límites. Sin embargo, Estrada optó por no mostrar la primera amarilla.

Para más inri, un cuarto de horas después, la pareja de la sala VOR sí que corrigió la roja mostrada al propio Iñigo tras derribar a Portu en un penalti indiscutible. Para asombro de muchos especialistas arbitrales y después de muchos minutos, Estrada sí decidió acudir a la pantalla y determinó, aconsejado por Iglesias Villanueva, que solo era amarilla.

Si le hubiese amonestado en la jugada de la mano nada más comenzar la segunda mitad (así narramos el directo del partido), también habría supuesto la salida del central internacional. Por lo tanto, en las dos jugadas polémicas de la final y como se esperaba, Estrada Fernández decidió a favor del Athletic, y como se puede apreciar en esta imagen, se equivocó de forma grosera en una decisión que le pudo costar muy cara a los de Imanol.