El imaginario realista ya tiene otro escenario: el Estadio de La Cartuja. El histórico triunfo de este sábado por la noche, que supone la tercera Copa del Rey en la historia del club, sitúa a la capital hispalense y a su estadio olímpico al nivel de otras ciudades en las que la Real se citó con el éxito, como Puertollano, Gijón y Zaragoza. Lo hace gracias a un gol de penalti de Mikel Oyarzabal que también supone el segundo triunfo de la Real este campo. El segundo, además, a balón parado.

Hay que remontarse casi 14 años atrás para recordar el otro triunfo de la Real en un campo que no tiene club habitual. Fue en un choque liguero contra el Betis el año del descenso, la temporada 2006/2007. Fue el entonces lateral izquierdo, el irundarra Javi GarridoJavi Garrido, quien batió de falta directa a Toni, entonces guardameta del equipo que entrenaba Luis Fernández. También a balón parado.

En su regreso a La Cartuja, la Real ha vuelto a vencer 0-1, aunque las cosas son diametralmente opuestas al ambiente y a la situación de 2007: la victoria es en una final de Copa y ante el Athletic, y en Liga, lejos del descenso, el equipo que entrena Imanol Alguacil sigue peleando por revalidar plaza europea. Casi nada.