A falta de cuatro jornadas para el final de la liga, el primer equipo femenino de la Real Sociedad sigue teniendo en sus manos la posibilidad de acabar en la segunda plaza, y Natalia Arroyo considera que "depender de nosotras es una fuerza. Si hacemos las cosas bien y estamos con ese mismo punto de concentración y de acierto, probablemente todo va a salir bien". La entrenadora realista reconoce que "se está terminando la temporada y sí que hay algo de presión, porque lo tienes a tu alcance y porque todo es más definitivo ahora". "Tenemos que manejar esa ilusión y ese miedo de si se nos escapa". En cualquier caso, la situación del equipo se traduce "en cosas más buenas que malas".

El conjunto txuri-urdin, que cuenta con seis puntos de ventaja sobre el tercer clasificado, volverá a jugar este sábado en el campo del Sevilla (12.00 horas), un rival "peligroso, sin duda", que puede encontrarse cómodo jugando contra la Real, porque "tiene unas ideas de juego que le vienen bien cuando se enfrenta a un equipo que propone". "El Sevilla va a intentar vivir de nuestros errores, de nuestras pérdidas, y provocarnos desajustes en nuestro ataque para contragolpear". El equipo andaluz es octavo y no se juega nada en este final de temporada, y "a veces eso les da más fuerza a los equipos, porque juegan más equilibradas".

La entrenadora realista considera que el conjunto sevillista "ha sido demasiado irregular para estar un poco más arriba", pero también "ha tenido capacidad de ganar partidos importantes".

Arroyo, que cumple hoy 36 años, explicó que el equipo "no está haciendo nada diferente" en las jornadas finales, aunque el tramo final del campeonato "puede estar siendo un poco más complicado por la tensión de la temporada, la tensión de los rivales, o la ilusión que tienen todos por derrotar a uno de los rivales que mejor prestación ha dado". En cualquier caso, la catalana considera que si tienen el objetivo "al alcance, es porque nos hemos ganado ese derecho".

Antes del parón liguero, el conjunto txuri-urdin cayó frente al Madrid CFF en Zubieta (0-1). Arroyo destacó de aquella derrota "que si las tenemos hay que meterlas", y también se mostró autocrítica: "Tener el marcador de cara te da confianza y te da serenidad. Te quita exigencia, porque -con el marcador en contra- parece que no juegas 90 minutos, que hay menos espacios... Ese punto de angustia nos condicionó especialmente la segunda parte, y no solo a las jugadoras, también a los técnicos. Cometimos el error de jugar con demasiadas arriba y desordenamos al equipo, y tomamos decisiones desde la voluntad de ayudar que igual no ayudaron como estaba previsto. El aprendizaje principal es que hay que volver a salir como se salió ese día, volver a estar con ese ritmo desde el principio del partido, y ver si somos capaces de ser más contundentes en nuestras ocasiones, porque siempre que nos hemos puesto por delante nos ha ido bien y nos ha ayudado. Y si no nos ponemos por delante intentar estar todos serenos, yo la primera, y volver a trabajarnos el partido como el día del Eibar".

La derrota ante las madrileñas "dolió, aunque la jornada no nos castigó lo suficiente. Teníamos la sensación de que se nos habían escapado tres puntos porque no conseguimos liquidar el partido cuando lo tuvimos".

Arroyo ha contado hoy con todas sus jugadoras por primera vez esta semana ya que Nerea Eizagirre, Amaiur Sarriegi, Mirari Uria, Sanni Franssi, Gaby, Vanegas y Allegra Poljak han estado concentradas con sus selecciones durante este parón liguero. Todas las internacionales están "al 100% y preparadas para viajar", mientras que Iris Arnaiz continúa con su recuperación y "tiene difícil viajar a Sevilla".