La jueza reclama a ETB que entregue en el juzgado todas las imágenes de la previa del PSG

La jueza que está instruyendo el caso de Amaya Zabarte, Ana Isabel Pérez Asenjo, titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Donostia-San Sebastián, ha solicitado a Euskal Telebista que deposite en el juzgado todas las imágenes que grabó el 5 de marzo de 2024, día en el que el Paris Saint-Germain visitó Anoeta en la vuelta de los octavos de la Champions League. Como recordarán, en los prolegómenos del encuentro, tres mujeres, entre las que se encuentran la citada Amaya, resultaron heridas al recibir el impacto de proyectiles en cargas de la Ertzaintza. 

La familia Novoa había solicitado en el encuentro que mantuvo con Bingen Zupiria, consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, que le entregasen todas las imágenes que tuviese la Ertzaintza en su poder en su búsqueda por encontrar un vídeo de mayor calidad, pero que está manipulado, y en el que se corta justo cuando se produce la carga en la que resultó herida en la cabeza y cuando va a recibir la patada del agente en el momento en el que se encuentra aturdida en el suelo. Posteriormente se lo volvió a reclamar por escrito, pero el consejero les contestó que todas las imágenes que tiene la Ertzaintza ya se habían entregado en el juzgado. 

Ninguna pega

Joseba, el marido de Amaya, se puso en contacto con periodistas de ETB para preguntarles si les podían confirmar que tenían aún en su poder las imágenes que grabaron los dos cámaras que estuvieron filmando los momentos previos en los alrededores del estadio, donde se produjeron los incidentes. La respuesta que recibieron es que las tenían recogidas y guardadas porque se las entregaron a la Ertzaintza y les explicaron que la manera de reclamarlas era a través de la jueza. El abogado mandó un escrito y la magistrada ha dado luz verde a su petición y ha solicitado al canal público que depositen esas imágenes en el juzgado, algo para lo que, según manifestaron a la familia, no les habían puesto ninguna pega. 

La familia tiene muchas ganas de revisar todas las imágenes, aunque albergan pocas esperanzas de que entre ellas se encuentre el famoso vídeo que luego se ha falseado aún no se sabe muy bien por quién y por qué. 

Testigo

No es la única buena noticia que ha recibido la familia Novoa en las últimas horas, ya que la jueza también ha citado a la testigo que vio todo lo que le sucedió a Amaya al ser la persona que le socorrió en primera instancia cuando nadie parecía dispuesta a ayudarle. Concretamente, será en el mes de enero cuando comparezca en el juzgado para responder a las preguntas de la magistrada. Su testimonio se antoja clave en el proceso, puesto que, como indicó en este periódico acompañada por su madre al ser en ese momento una menor, en su declaración dejó claro, primero, que no había motivos para que la Ertzaintza cargase de esa manera: “Yo estaba con una amiga en la salida de la estación del Topo de Anoeta. Estábamos esperando a una tercera amiga, con la que íbamos a ir juntas al partido. Todo parecía súper tranquilo, no estaba pasando nada en ese momento. Lo del recibimiento y todo lo demás ya había pasado. Faltaban unos cinco minutos para que empezara el partido. Y vimos que había muchos ertzainas parados. Eran muchos, llamaba la atención. No estaban haciendo nada, parecía que vigilaban. Como poniendo orden, pero sin hacer nada. Nosotras estábamos charlando y, de repente, vimos que empezaron a cargar, a disparar y a correr como hacia la otra salida del Topo, la que está por detrás” 

Y, segundo, para constar que Amaya había caído herida por el impacto de un proyectil: “Nos encontramos con que había una mujer en el suelo, como si la hubiesen empujado. La policía estaba disparando, pero nosotras, sinceramente, no vimos en ese momento a nadie. Sólo había mucha gente joven que estaba esperando a entrar por las diferentes puertas de acceso al estadio. Yo, sinceramente, le vi volar por los aires, pero pensaba que era por un empujón. Y con esa sensación me quedé. Pero ella nos dijo que le habían dado con un disparo en la sien. Nos comentaba que le dolía la cabeza y que no oía bien”. 

Cuando le atendieron se dieron cuenta de la gravedad de lo sucedido. “Le preguntamos: ¿Te encuentras bien, qué te ha pasado? Y fue cuando nos dijo que le habían dado un disparo y que luego, además, le habían empujado. Insistimos en preguntarle si se encontraba bien y nos contestó que sí, que tranquilas. Eso sí, nos comentaba que no oía muy bien porque tenía el golpe ahí. Le preguntamos si estaba sola o si había venido acompañada, y fue cuando nos contó que estaba con su marido y su hijo, que habían entrado, que le estaban esperando y que ella estaba mirando en el móvil si conseguía cobertura porque tenía la entrada online. Nos ofrecimos a acompañarle hasta la entrada del campo, pero nos insistió en que se encontraba bien. Tampoco queríamos agobiarle y, cuando nos estábamos yendo, vimos que la mujer había vuelto a caerse al suelo. En ese momento tuvimos la certeza de que no estaba nada bien”.