El fútbol moderno funciona como funciona. En los clubes se trabaja a partir de gestiones que apuntan a lo deportivo, pero que también tienen mucho de empresariales. Y el análisis de la trayectoria de cualquier equipo debe atender así, principalmente, al largo plazo. Es decir a los resultados finales de cada competición e, indirectamente, a los ingresos económicos que dichos rendimientos implican. Todo ello puede contribuir a apartar al aficionado de la pasión del día a día, y de alegrías menos relevantes y más puntuales como la que se llevó este sábado la hinchada de la Real Sociedad...

Porque esta ha presumido durante los últimos años de un ciclo victorioso a las órdenes de Imanol, con clasificaciones europeas consecutivas, partidazos de Champions e incluso un título de Copa del Rey, conquistado desgraciadamente sin público en la grada de La Cartuja. Muchas veces se olvida, sin embargo, que la razón de ser del fútbol reside igualmente en balances menos fríos y en reacciones más calientes como la que provocó ante el Athletic el gol de Jon Gorrotxategi en el minuto 91. La diana del eibartarra es ya la cuarta a la que asiste el fondo Aitor Zabaleta durante un tiempo de descuento para dar una victoria al conjunto txuri-urdin, en poco más de siete años de vida (la grada se abrió en septiembre de 2018). El pivote blanquiazul se sumó a una selecta lista de anotadores que integra ahora junto a Julen Lobete, Alexander Isak y Arkaitz Mariezkurrena.

Un fondo que empuja

Las cifras globales de la Real en casa, en cuanto a resultados, apenas han variado tras la reforma de Anoeta respecto a la etapa de las pistas de atletismo. Pero sí existen datos que refuerzan el poder de ese fondo de animación, que ocupa el colectivo Bultzada y recibe el nombre del seguidor txuri-urdin asesinado en 1998 por ultras del Atlético de Madrid. Durante estos siete años, la Real ha ganado como local un total de once encuentros marcando el gol del triunfo a partir del minuto 80. Y diez de ellos, todos menos uno, se han anotado en la portería de Zabaleta. Sí, es cierto que normalmente el equipo ataca allí en las segundas partes y que tal circunstancia condiciona la estadística, pero esta tampoco supone un reflejo proporcional de las veces en que el adversario gana el sorteo de campos y decide alterar el orden habitual.

Además, resulta especialmente significativo atender luego a las características del encuentro que la Real ganó con gol postrero ante la grada familiar, un 2-1 contra el Espanyol que decidió Isak en plena pandemia. Aquel veraniego 2 de julio de 2020, Anoeta estaba vacío, sin público, contexto en el que, durante año y medio a puerta cerrada, el equipo únicamente venció este encuentro sobre la bocina. El fondo Aitor Zabaleta, desierto, perdió el valor que ostenta repleto de hinchas, y que durante los otros cinco años largos sí ha empujado a la escuadra blanquiazul hacia diez triunfos.

GORROTXA 'SE ACERCA' UN POCO MÁS A ZUBIMENDI

Los goles en el descuento y en casa se celebran con elevadas dosis de euforia cuando implican una victoria. Y rara es la ocasión en que también implican júbilo cuando suponen un punto. Es decir, un empate. Lo cierto, sin embargo, es que la Real tiene relativamente reciente una diana postrera que ha igualado un partido y que ha puestoAnoeta patas arriba. Sucedió en enero de 2024, en un derbi contra el Deportivo Alavés que los txuri-urdin disputaron en gran parte en inferioridad numérica. Álex Remiro fue expulsado en la primera parte, con 0-0 en el marcador, y el gol en la segunda de Luis Rioja (de penalti) pareció encaminar el duelo hacia una derrota clara.

Finalmente no sucedió así, ya que la Real consiguió empatar gracias a una diana de Martin Zubimendi en el minuto 96, entrando Anoeta en ebullición. El empuje del estadio fue tal que poco después, en el 98, Mikel Merino dispuso de una clarísima ocasión para establecer el 2-1. Regresando a la actualidad, resulta curioso el paralelismo que puede establecerse entre aquella diana del propio Zubimendi (también en el fondo de Zabaleta) y la marcada el sábado por el futbolista llamado a sustituirle en la Real, un Jon Gorrotxategi que estrenó ante el Athletic su cuenta realizadora en el primer equipo.

El centrocampista txuri-urdin tiene cierta capacidad para el gol, pese a tratarse de un medio defensivo. En la temporada pasada, cedido en el Mirandés, marcó cuatro. Y en la anterior, la 2023-24 que completó con el Sanse en Primera RFEF, hizo tres. Más allá de dianas, lo cierto es que su adaptación a la Primera División marcha ya viento en popa tras un arranque difícil.

Los valores relativos

El historial estadístico es el que es, y a partir del mismo procede mirar a las circunstancias de cada gol victorioso en el descuento para valorar cuál ha sido el mayor estallido de júbilo en el nuevo Anoeta. Toca descartar de antemano la diana de Arkaitz Mariezkurrena al Girona el pasado mayo, en un duelo sin nada en juego. Tampoco toca incluir en la nómina de goles especiales el penalti transformado por Isak ante el Espanyol en 2022, en un partido frío por culpa de los horarios de la Liga (un lunes por la noche). Y quizás sí puedan equipararse el de Lobete al Mallorca en 2021 y el del propio Gorrotxa el sábado. Los factores a tener en cuenta respecto a la diana del eibartarra son de sobra conocidos. Lobete, mientras, marcó el 1-0 justo en el minuto 90 cuando la Real acumulaba ya 40 en inferioridad numérica tras la expulsión de Aihen, el día en que, tras la pandemia, Anoeta volvía a lucir por primera vez con todo su aforo disponible.