En cuanto se supo que en el bombo entraba un equipo que se llamaba Negreira, con todo el morbo que ello implica, seguro que tenía muchas posibilidades de emparejarse con la Real. Sin embargo, Negreira es un nombre muy relacionado a la historia de txuri-urdin, ya que fue el colegiado que dirigió el memorable partido de Gijón en el que un gol de Jesús Mari Zamora le dio el primer título de Liga. Es más, nada más entrar y tras la posterior celebración eufórica de los blanquiazules señaló el final del encuentro con el consiguiente festejo visitante y la desesperación de los madridistas, que ya estaban de fiesta en Valladolid.
Este Negreira no tiene tanta trampa como el que supuestamente promovió el Barcelona a través de unos informes fantasmas y de muchas pistas demasiado sospechosas. Un equipo gallego que, junto al Cazalegas y el Buñol, es el menor rival al que se va a enfrentar la Real en los últimos años, sobre todo desde que el formato incluye a clubes regionales en la primera ronda en la que entran los Primeras. Cuidado, porque al Buñol la Real solo le ganó por 0-1 y el Cazalegas llegó a igualar el encuentro en el minuto 68, aunque acabó cayendo por 1-4.
Sin confianzas
La Real no se puede exponer a un accidente que podría acarrear unas consecuencias simplemente dramáticas. Porque sería desandar muchos pasos y volver a afilar la guillotina que pendía sobre la cabeza de Sergio. Poco que ganar, porque lo lógico es pensar en que los guipuzcoanos se impondrán sin apenas despeinarse; pero, sin embargo, mucho que perder, porque si cae con estrépito, supondría un antes y un después de la temporada. Y quizá de la década. Así de dura puede ser la caída en esta competición. Y si no que se lo pregunten a Loren y Eusebio, que no sobrevivieron a la humillante remontada del Lleida en Anoeta, a pesar de que se habían ganado un crédito.
Sergio Francisco ha decidido llevarse a todos los integrantes de la primera plantilla sin contar con ningún potrillo, algo que sorprende sobre todo si se tiene en cuenta que tiene a dos delanteros centro lesionados: Óskarsson y Karrikaburu. Yangel Herrera y Kubo tampoco viajan por lesión. Lo normal es que el técnico dé oportunidades a sus menos habituales con Marrero en la portería; Odriozola, Aritz, Caleta-Car y Aihen en la zaga; por delante, Turrientes, con Pablo Marín y Sucic o Zakharyan, o los dos; y arriba Goti y Sadiq.
El Negreira es segundo de su grupo de la Preferente Gallega, la sexta categoría, tras haber encadenado tres victorias. No ha querido mudarse y ha preferido competir en su estadio para sentir el calor de su gente. Cuidado. Que aunque de todo se sale, las recaídas suelen ser muy graves con las copas...