Álvaro Odriozola lo venía avisando desde hace tiempo: “Estoy entrenando muy bien. No me he perdido casi ningún entrenamiento y me encuentro mucho mejor que el año pasado”. No lo ha pasado bien este verano. Sergio Francisco le descartó después del primer partido en Yokohama, en el que no estuvo muy fino, y a partir de ese momento comenzó un nuevo vía crucis para él. Porque tendrá la nómina que tiene, pero él es futbolista, así lo siente, y, aunque muchos rumores le hayan dejado muy mal, porque difamar es gratis, ha intentado buscarse una salida y no ha encontrado ningún club que apostara de verdad por él. Es lo que tiene haberse pasado dos temporadas casi sin jugar, en las que ha disputado quince encuentros en la de su regreso, diez de ellos como titular, y el curso anterior, ocho, cinco de ellos de inicio. Números paupérrimos para un futbolista que vino procedente del Real Madrid, que en su día, en 2018, abonó el importe de su cláusula para hacerse con sus servicios: “Me podía haber ido gratis, pero dejé 34 millones, no 30, que no lo digo ni mucho menos por ponerme medallas. Muchas veces le digo en broma a la ama que tenemos diez sitios toda la familia en tribuna. ¿Qué tal en el asiento que os he pagado yo?”. 

Intentó salir

Odriozola esperó hasta el último momento la llamada de sus agentes para hacer las maletas, pero no tuvo más remedio que quedarse en casa porque no consiguieron encontrarle salida. Su situación no era sencilla, porque cada vez estaba más expuesto y un sector de la afición le había puesto la cruz y se cebaba con él, con muchas faltas de respeto personales inadmisibles, sobre todo en redes sociales.

Al borde de la lágrima y en una declaración que es imposible que no tocara el corazón a cualquiera que sienta esta camiseta, Odriozola fue autocrítico como merece y exige su situación en la Real: “No voy a mentir, estoy con mucho orgullo. Vengo de una etapa muy dura, no le quito ninguna letra, lo he pasado muy mal porque no he podido ayudar al equipo de mi vida, que es la Real. Soy muy duro conmigo mismo, siempre hago autocrítica y miro en mí antes de mirar en los demás. No he podido defender el escudo que llevo aquí en el pecho todo lo que hubiera querido y como hubiera querido, no sé por qué, porque me he cuidado, pero mi cuerpo últimamente o en esta temporada, en este último año, no me ha respondido, no ha estado conmigo, con mi cabeza”. 

Sufrimiento

Odriozola lo ha pasado muy mal y reconoció que su única intención era salir al ser uno de los descartes: “Hace un mes estaba muy fastidiado y creo que fue un punto de inflexión. Iba todo el rato de la mano del club, quería jugar, estuve a punto de salir, es la verdad, no voy a mentir a nadie. Yo quería jugar, volver a ser yo, volver a este club, que es el club de mi vida, y la verdad es que hoy –por ayer– no hemos puntuado, pero el haber podido marcar y ayudar al equipo de mi alma… Hace un mes fue un punto de inflexión en mi vida porque he estado en el infierno, y cuando alguien ha estado en el infierno con tanta lesión, que no me salía por una cosa o por otra, se sufre mucho”.

Por último, hizo un alegato de su sentimiento txuri-urdin, le pese a quien le pese. “Pensé que tenía que dejarme todo lo que tengo en cada segundo. Soy un privilegiado de poder estar en el club de mi vida y en mi ciudad. Fui padre hace nueve meses de dos hermosas niñas, que son mellizas, a las que les dedico el gol, y a mi novia, que ha padecido todo lo que ha padecido conmigo, pero fue un punto de inflexión y pensé que iba a dejar todo lo que tuviera. Me siento orgulloso de no haber dejado de entrenar todos los días, de haber dado todo lo que tengo, y, aunque hoy –por ayer– no me vaya contento porque no hemos ganado y el gol ha sido una anécdota, para mí va a ser un momento muy bonito en mi vida”.

Etiquetas

Se le podrá criticar por su escasa aportación al equipo, por su falta de nivel para pelear la titularidad o porque no haya conseguido llamar la atención de ningún club para salir en verano, pero por encima de todo está la persona. Un canterano que nunca ha dicho una palabra más alta que otra, del que no habla nadie mal en el vestuario y que no ha generado el más mínimo problema a lo largo de su estancia en Zubieta. Por eso es inadmisible que tenga que estar defendiéndose de varias etiquetas que le han ido poniendo y de las que se defendió en NOTICIAS DE GIPUZKOA: “No pienso en eso. Tampoco lo entiendo. Se han dicho muchas cosas, que por tener caballos, una afición maravillosa que aquí le gusta a muchísima gente, y que muchos se piensan que es súper elitista, pero al hipódromo va gente normal, como yo; o por llevar el pelo como me crece, que soy el jugador de Primera que menos va a la peluquería por pura pereza; por de vez en cuando ponerme alguna camisa me dicen que soy facha... No entiendo nada, cuando todos mis apellidos son euskaldunes, hablo euskera perfectamente. Soy consciente de dónde vengo y estoy orgulloso de mis raíces. Me río porque en esta vida hay que reírse de todo y, sobre todo, de uno mismo. Pero es verdad que leo todo de mí. ¿Cómo es eso que me llaman ahora… Cayetano? Que no sé ni lo que es. Había uno que era el hijo de la duquesa, ¿no? Si soy sincero, hay veces que me entristece que la gente opine sin conocer ni rigor, porque la gente que me conoce no me etiquetaría en las etiquetas que me ponen. Soy un simple donostiarra que se dedica a jugar al fútbol en el equipo de su ciudad”.

Odriozola regresó a la Real al final del mercado de verano de 2023. Imanol le hizo jugar sin estar preparado en el inolvidable duelo ante el Inter, en el que se vio fuera de forma después de un año en blanco en el Madrid, y desde esa noche le salió todo mal. Continuas lesiones, en parte por la inactividad, pero también por la exigencia del técnico. Esta campaña se ha adaptado mucho mejor a la forma de trabajar de Sergio, no ha sufrido ninguna lesión reseñable y ha podido completar casi todos los entrenamientos. Es cierto que el técnico le descartó con claridad desde el segundo amistoso de Japón ante el Yokohama y que en rueda de prensa, ya sin Traoré, desveló que sus laterales eran “Aramburu y Rupérez. La solución a la salida de Traoré es clara... Rupérez en pretemporada ha sido ese jugador cuando ha faltado el lateral y sigo pensando en él como ese segundo lateral. Está tocado como sabéis, vamos a ver cómo se concreta esa lesión, pero espero tenerlo pronto”.

segundo gol

Tras el partido del Barcelona, el irundarra rompió una lanza en favor del donostiarra: “Ha hecho un partido muy completo mientras le ha durado el gas. Ha entrenado cada día como uno más en una situación incómoda y ha demostrado que está preparado”.

Odriozola, que no jugaba desde el 30 de enero, firmó en Barcelona su segundo tanto como realista después del que anotó contra el Salzburgo en la eliminatoria de Europa League. Las molestias de Aramburu y Aritz provocan que Odriozola cuente con opciones de jugar de nuevo en casa. Su sueño sigue siendo que sus hijas “le vean correr por la banda de Anoeta”. Tras su inesperada reaparición, esto está mucho más cerca...