El futbolista Carlos Soler ya se encuentra en tierras guipuzcoanas después de que haya aterrizado en el aeropuerto de Hondarribia este lunes por la mañana para finalizar los trámites que le permitan fichar por la Real Sociedad para las próximas cuatro temporadas, con una más opcional. El centrocampista valenciano será traspasado por el Paris Saint-Germain una vez que todas las partes hayan acordado la venta del 50% de sus derechos federativos por una cantidad de 6 millones de euros que podrían llegar a 8 si se cumplen una serie de variables durante su estancia en la disciplina txuri-urdin.

De esta manera, se desecha finalmente la opción de que Carlos Soler, de 28 años, recalase cedido en la Real, con una opción de compra, y en los últimos días las negociaciones se intensificaron en busca de un traspaso al que pudiese acceder en términos económicos la entidad guipuzcoana y también beneficiase al PSG.

Una operación diferente

La operación de Soler, haciéndose con la mitad de la propiedad de sus derechos, no es extraña en Anoeta. En tiempos pasado otros jugadores de importancia y que, en principio, no se hallaban al alcance del poder financiero de la Real, como Take Kubo o Carlos Vela, ya llegaron en similares condiciones a la plantilla txuri-urdin. Por este motivo, es una de las maniobras que ha solido utilizar el presidente de la institución donostiarra, Jokin Aperribay, cuando el montante de la operación ascendía a cifras considerables.

A efectos prácticos

Esto quiere decir que, aunque el jugador en principio permaneciera cuatro campañas en la Real, con la opción de prologar su estancia por un año más, la propiedad es a partes iguales del club guipuzcoano y del PSG. Por lo tanto, en el caso de una posible futura venta, a la mitad de la cantidad acordada con su club de destino iría a parar a las arcas de la entidad parisina.

Lo que está claro es que el deseo prioritario de Carlos Soler, muy amigo de Mikel Oyarzabal, con quien coincidió en la selección española olímpica que ganó la medalla en los Juegos Olímpicos de Tokio, junto también a los exjugadores realistas Mikel Merino y Martin Zubimendi, era volver a la Liga y fichar por la Real tras sus experiencias, la campaña pasada, en el West Ham inglés (donde marcó un gol en 33 partidos) y en el PSG, que lo contrató procedente del Valencia, su club de origen.

Cabe reseñar también que Soler era un viejo objeto de deseo de la Real, desde que su dirección deportiva la lideraba Roberto Olabe, quien ya realizó varios intentos para hacerse con los servicios del valenciano, aunque estos no cuajaron por tratarse de una operación de gran dimensión a nivel económico.

Cierre de mercado

A la dirección deportiva realista le aguarda un último día de mercado muy ajetreado. Además del fichaje de Soler, también se hará oficial la compra de Yangel Herrera, que llegó la noche del domingo a Donostia. Además, también se espera cerrar la salida de Hamari Traoré al Paris y la cesión de Sadiq al Valencia con una opción de compra obligatoria al término de esta temporada.