Egoitz Arana fue uno de los héroes de la eliminatoria del ascenso. El meta, protagonista inesperado por la ausencia de Aitor Fraga al estar con la sub’21, reconoció que la vuelta fue parecida a la del Mérida: “La eliminatoria fue intentísima como la del Mérida. Los chavales pelean a muerte, da igual 90 que 120 que pelean y van y van y van y el premio de todo eso, es esto”.

El equipo dio la impresión de ser experto y maduro: “Es así. Esto se ve todos los días. Les ves entrenar y ves que van y van pase lo que pase. Es lo que se dice: una cuestión de resiliencia”.

En el plano personal, Egoitz nunca olvidará estos días: “Al final esto es el trabajo de todo los días, de muchos años, de salir, de volver, de estar en el banquillo, de salir de vez en cuando de estar trabajando todos los días todos los días todos los días a la sombra”, declaró mientras su cuadrilla no paraba de entonar el ya célebre “No pasa nada, tenemos a Arana”. 

Ahora tiene claro lo que le espera el año que viene: "Pelear a muerte por un puesto en Segunda como han sido estos años".