El Athletic está muy cerca de hacerse con los fichajes de los jugadores del Sanse Eder García y Manex Gibelalde. Las gestiones con el primero están muy avanzadas y ya solo queda rubricar los contratos, como adelantó El Chiringuito, mientras que con el segundo, las negociaciones todavía deben tener más recorrido.
Los dos jugadores han militado esta temporada en el Sanse y, sorprendentemente, finalizan sus contratos sin haber renovado en algo que ha llamado poderosamente la atención hasta en Zubieta, donde no entienden que no se tenga mejor amarrados a dos futbolistas con posibilidades. Ninguno de los dos son estrellas ni los proyectos más prometedores de la cantera txuri-urdin, pero sí que son jugadores interesantes que nadie puede adivinar a día de hoy si no van a explotar en un futuro cercano.
Los que les conocen bien, dicen que ambos juegan más o menos en la misma posición de 8, y que Eder (21 años), es más potente y físico, con mayor recorrido. Algunos van más lejos, y le califican como un box to box, con llegada, como lo confirma los cuatro goles que ha anotado este curso. Está más hecho ya que en total, ha jugado 34 partidos, en los que ha dado además dos asistencias.
Gibelalde (21 años) tiene más clase, mayor calidad, juega con más pausa y es muy alto. También más frío. Este año ha estado parado por una lesión y no ha contado apenas para Sergio Francisco.
Lo preocupante de la situación es que se trata de dos futbolistas de 21 años que llegan al Sanse sin estar atados cuando parece obligatorio tener garantizada su continuidad al menos hasta que cumplen los 23, cuya formación ya es mucho más fiable y si debutan con el primer equipo no pueden volver a bajar al filial. Más aún cuando cuentas con un club que basa su filosofía, entre otras cosas, en estar más pendiente de lo que hace la Real en su cantera para intentar abordar cualquier objetivo con el que se despista que en la suya propia.
No es lo mismo que fichen a Martón o a Azkune, dos delanteros con los que ya no se cuenta y que no tenían ninguna posibilidad de llegar al primer equipo txuri-urdin, a que se lleven a Eder y Gibelalde, que tienen 21 años y tiempo por delante para tratar de explotar. En principio, el planteamiento del Athletic con ellos es claro: hacen la pretemporada con el filial con el consejo de su entorno más cercano de que “allí vas a tener más posibilidades de llegar”. Curioso, cuando en la primera plantilla de la Real y con muchos minutos en sus piernas, están los Zubimendi, Turrientes, Olasagasti, Pablo Marín… Además de Gorrotxategi y Urko, que vuelven tras sus cesiones en el Mirandés y en el Espanyol, respectivamente.
Algo no va bien
Pero algo no está funcionando bien en Zubieta y es normal que Sergio Francisco haya dejado la dirección del Sanse para preparar la próxima temporada, porque el primer día se va a encontrar con un plantel de 41 jugadores. Y este no es un superávit de futbolistas que se dé solo con los mayores, ya que en varios equipos han tenido que hacer este mismo curso 2024-25 cesiones de última hora casi a granel para que no hubiese jugadores con opciones de apenas participar en toda la temporada. Se puede decir que no se han tomado buenas decisiones ni en materia de fichajes el pasado verano, que se cerraron tarde y mal, ni en diciembre, cuando el plantel pedía ayuda a gritos ante el desgaste que iba a suponer afrontar 19 encuentros cada tres días y se decidió no acudir al mercado. El tiempo ha terminado por sacar a flote las consecuencias de los errores. Sin Europa seis años después, Olabe poniendo un pie fuera en enero tras una filtración a un reputado periodista inglés e Imanol sin ser capaz de dotar al equipo de una mínima fiabilidad y contundencia. Por eso tomó la decisión de no renovar y el club no tardó en decantarse por Sergio Francisco, al que les espera un duro reto por delante.
Sanse
Lo que no admite discusión es que el Sanse es el equipo que mejor ha funcionado en el club. Con el punto que sumó ante el Arenteiro el pasado sábado, los entrenados ahora por Iosu Rivas van a volver a disputar el play-off de ascenso a Segunda División. Un reto que ilusiona mucho en el club hasta el punto de que pocas veces se les ha visto celebrar tan contentos a los poco expresivos Olabe y Bretos cuando, por ejemplo, el filial se impuso ante el Andorra en Zubieta. Para la dirección deportiva es muy importante que el filial se encuentre en la categoría de plata para que el escalón de acceso a la elite sea menor. Su entrenador el año que viene sigue siendo un misterio.
Descenso del c
Por el contrario, la gran decepción ha sido el C, que ha terminado cayendo a Tercera RFEF después de que a su inesperado entrenador, que aterrizó como una gran apuesta de Olabe, Óscar Fernández, le costara dar con la tecla de un grupo muy joven e inexperto. Cuando comenzó a funcionar tampoco pudo acercarse a la salvación. También hay que reconocer que no es un drama esta pérdida de categoría, ya que el C se alimenta de juveniles que empiezan a dar el salto con futbolistas curtidos en mil batallas y escenarios exigentes y complicados. No deja de ser curioso que el director de fútbol firmase a un hombre de su confianza por dos cuando pensaba abandonar el club a los pocos meses. Incluso no se descarta que siga...
Femenino
Y luego está la revolución del femenino. Después de contratar a uno de los técnicos españoles de mayor prestigio, José Luis Sánchez Vera, y de un inicio muy prometedor que incluso presagiaba una nueva clasificación europea, el equipo entró una crisis angustiosa de doce encuentros sin ganar. El entrenador no tardó en anunciar que abandonará el barco y, tras conocerse que Amaiur Sarriegi no renovaba y se iba al Atlético, el club fue mas allá y sacó un comunicado en el que informó de otras ocho bajas más (entre ellas, Sanni Franssi y Ane Etxezarreta) cuando todavía seguía en marcha la competición.
Y lo que es más sorprendente, también antes del final y sin que haya confirmación oficial, ya se conoce que el nuevo preparador será Arturo Ruiz, que este año ha dirigido a la revelación de la Liga F, el Granada, e incluso ya se habla de varios fichajes para el proyecto del año que viene. Bretos ya dejó claro que no quería todo el protagonismo y optó por centrarse en el masculino. La que asumió la dirección del femenino es Maider Castillo (fichada por Olabe y con una muy buena fama en el mundo del fútbol), que se incorporó en enero tras su etapa en el Levante, y es quien está cerrando estas operaciones.
¿Quo vadis?
No es una cosa concreta, sino el cúmulo de todas ellas las que siembran de incertidumbre el futuro de una Real que muchas veces ha parecido navegar a la deriva esta temporada. Una sensación que sin duda se ha agravado por el mutismo tanto de Olabe, que se despidió en enero y que no piensa hacer ningún balance público más de su labor a pesar de la profunda decepción por no volver a Europa, y el de Aperribay que ha decidido solo comparecer en un medio de comunicación, además, eso sí, de sus clásicas intervenciones en las radios madrileñas que tanto le gustan, para dar explicaciones sobre la salida de Imanol y la contratación de Sergio.
Ya puede medir bien sus movimientos y sus aciertos, porque son muchos los seguidores blanquiazules que no entienden el frenético descenso de nivel del primer equipo, que ha pasado de contar con estrellas a nivel continental a contar con jugadores de mucha menos categoría. Y el resultado es que su dichoso nuevo libro ha comenzado sin Europa y con un cambio de entrenadores en todos los conjuntos. Quizá sea mejor hablar de que la verdadera nueva edición de la publicación txuri-urdin comienza este verano.