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[A por ellos] "Soldado txuri-urdin", por Mikel Recalde

Se va un soldado txuri-urdin que nos ha hecho mucho más grandes. Honradle

[A por ellos] "Soldado txuri-urdin", por Mikel RecaldeAnderUria.PH

Que no cunda el pánico. Tranquilidad. Si Erik Bretos está a la altura de su apellido, como lo ha hecho siempre, y es tan buen comunicador como su hermano Aimar en la Cadena Ser, hay esperanza. El locutor contó hace poco una preciosa leyenda suramericana para homenajear a Pepe Mujica: “Un día hubo un enorme incendio en la selva. Todos los animales huían despavoridos, el fuego era terrible y de pronto en su huida un jaguar vio pasar sobre su cabeza volando a un colibrí pero en la dirección contraria. Volaba hacia el fuego. Poco después el colibrí volvió a pasar por encima del jaguar pero esta vez en su misma dirección hacia el río. Extrañado el jaguar se paró a mirar al colibrí y pudo ver cómo iba del río al interior de la selva hacia el fuego y del fuego hacia el río, así varias veces. Hasta que el jaguar le preguntó: ¿Qué haces colibrí? Y éste le contestó: Voy al lago, tomo agua con el pico y la echo en el fuego para apagar el incendio. El jaguar le sonrió y le dijo: Estás loco, ¿crees que vas a conseguir apagarlo tú solo con tu pequeño pico? Y entonces el colibrí le respondió: No, ya sé que yo solo no puedo, pero hago mi parte”.

La trayectoria de Imanol

Imanol siempre ha hecho su parte en la Real. Se lo curró como el que más para alcanzar su sueño de vestir la camiseta de sus ídolos, aunque no tuvo un final feliz porque tuvo que emigrar para jugar en otros equipos. Como entrenador, nada mejor que trasladar su historia a otro club para comprender mejor todo lo que ha logrado. Sin encajar en el típico perfil de exfutbolista que iba a acabar inexorablemente en los banquillos y dando sudados pasos sin que nadie a su alrededor le tuviera mucha fe como posible aspirante a convertirse en un gran triunfador, por un momento imaginen la historia de un técnico de la casa, en todo un Sevilla, por ejemplo, al que le suben de emergencia para intentar controlar una rebelión a bordo que acaba tras una derrota contra el Getafe en la salida del director deportivo y del entrenador. En su primera aparición, salva al equipo sin ningún problema. El nuevo director deportivo y el presidente, deciden ese verano degradarle y devolverle al Sevilla Atlético, aludiendo a que es “un especialista en ese penúltimo o último paso de formación”, así en plan como para que no se enoje mucho y se decantan por otro que tampoco contaba con mucho más recorrido en la elite.

En diciembre, en la famosa presentación sin sonrisas, casi con nocturnidad y alevosía, tuvo que volver a aparecer para sofocar un incendio que no le correspondía y lo hizo dejando al equipo a las puertas de Europa.

El director deportivo premió sus méritos con una magnífica lista de refuerzos y él devolvió la confianza metiendo al Sevilla (sitúense) en la final de Copa y en competiciones europeas gracias a un juego muy ofensivo y alegre sin perder de vista jamás a su fábrica. La pandemia se cruzó por su camino y el Madrid le dejó sin su 10. Le trajeron otro de clase mundial y el equipo volvió a Europa y celebró la Copa para siempre, contra el Betis (su eterno rival), 34 años después. Además, otros tres pasaportes para llegar al lustro completo, por primera vez en la historia del club. Lamentablemente, el desgaste por el camino resultó inevitable, porque la parroquia del Pizjuán es fiel y apasionada, pero tiene sus dobleces, y su juego fue perdiendo vistosidad para ganar en practicidad, lo que le hizo comenzar a perder adeptos. Y eso que la cuarta clasificación fue para la Champions, donde maravilló a Europa entera con el mejor fútbol de todos los participantes en la fase de grupos.

Tercer entrenador con más partidos

Desde la distancia, ¿qué habríamos pensado? Menuda suerte el Sevilla, ha encontrado un entrenador de la casa, un Caparrós, que les ha hecho muy felices porque es un pedazo de entrenador. Qué pena que no tengamos la fortuna de que nos pase algo parecido aquí… Ay, alma de cántaro, si no nos ha podido suceder nada mejor y se ha pasado ocho años en el primer equipo de la Real. Algunos mencionan la frase lo felices que éramos y no lo sabíamos. ¿Pero cómo no lo íbamos a saber, si acudir a Anoeta era una fiesta, si la comunión grada-equipo era inalterable fuese cual fuese el resultado y si la mayoría llegamos a disfrutar casi como nunca hasta el punto de que no ha recibido ni el más mínimo silbido en toda su era que le ha llevado a ser el tercer entrenador con más partidos en el club?

Luego se nos llena la boca con que podía ser el Ferguson de la Real. Algo que siempre se ha repetido cuando a alguien de la casa le ha ido bien. Pocos saben que el escocés no tuvo el comienzo soñado en el United. El club tuvo paciencia hasta darle a fichajes como Schmeichel o Cantona, que guiaron a los Fergie Boys salidos de la cantera en una época gloriosa a nivel mundial. Imanol siempre tuvo que hacer su parte bajo la lupa garantizando resultados y, cuando este año ha tenido un equipo peor, ha perdido piezas básicas y ha intentado hacer el mismo plan que en años anteriores, no ha podido y le ha explotado la temporada en las manos.

Su legado

Esta semana hablaba con un reputado periodista, que me decía que le encantaban las ruedas de prensa de Imanol. Y en eso ha habido pocos que le han superado, por mucho que, fruto de los nervios que nunca ha querido reconocer, cuando han venido mal dadas haya empezado a patinar y a cometer errores, como el de meterse con la afición el pasado martes cuando su comportamiento con el equipo y con él fue irreprochable. Lo normal cuando has completado más de cien presencias ante los medios sin ninguna ayuda ni apoyo (aunque su mayor pifia fue cometer la herejía de decir que “Maradona no jugaría en esta Real”).

Me niego a quedarme con la versión funcionarial y poca apasionada de sus últimas comparecencias, ya cuando la crisis lo envenenó todo. Imanol dejó mensajes y escenas inigualables como la de celebración de la Copa, que tanto molestó en el planeta de los ofendiditos cuando solo quería recordar a su gente, que jamás se nos olvidará. “Soy de Orio, soy de la Real, soy la persona más feliz del mundo en estos momentos”.

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Real Sociedad: la inédita celebración de ImanolNoticias de Gipuzkoa

“Yo dije que no estaría preparado para entrenar a este equipo pero por el sentimiento que tengo. Es difícil disfrutar cuando lo sientes tanto”. “Estamos surfeando una ola de catorce metros, cuanto más grande sea, el golpetazo será más grande, pero yo quiero surfear una de 25 metros, la de Portugal”. “Para mí todo son finales porque cuando defiendo a la Real lo que quiero es ganar”. “Me voy a agarrar al timón como buen patrón, que soy de Orio”. “Me gustaría ser el entrenador que más partidos ha dirigido a la Real”. “La única cláusula que he tenido que negociar es la de mi mujer que me dice que al menos los días de descanso aparezca a comer a casa”. “Cuando ganas, no hay nada más grandioso que hacerlo con el equipo al que amas”.

Reconocimiento

Imposible no quererle. Señor, perdónalos porque no saben lo que hacen. Enorme encajador, buenísima persona y mucho mejor entrenador de lo que cualquiera hubiese creído cuando subió al primer equipo. Modesto, noble, solidario, leal, detallista y honrado. De la Real como el que más. Sinceramente, yo no sé qué más podíamos pedirle. Me sabe mal, porque su despedida debería estar acompañada por una música alegre, y me da rabia y me duele que, “ahora que todo acabó”, solo me vengan a la cabeza canciones y letras de los melancólicos Los Secretos para decirle adiós. Empezando mientras deambulamos por “el boulevard de los sueños rotos” por la mítica Buena Chica, en la que dice aquello que muchos olvidaron que “en otro tiempo me gustaba, cuando en su mismo barco viajaba”. Una pena. O Colgado, como le han dejado, solo ante el peligro como hombre orquesta en el club. Pero me quedo, con mi favorita, Pero a tu lado y, la menos reconocida, Échame a mí la culpa que sentencia con un “sabes mejor que nadie que me fallaste, que lo que prometiste se te olvidó (solo nos faltó la final con la afición). Lleno estoy de razones para despreciarte (él sabe que no es así) y, sin embargo, quiero que seas feliz. Y allá en el otro mundo. En vez de infierno encuentres gloria y que una nube de tu memoria me borre a mí”. A quien corresponda. Cada uno que se quede con su propia sensación de Imanol. En la mía solo cabe gratitud y reconocimiento. Y un futuro “te he echado de menos hoy, exactamente igual que ayer”, de otra mítica melodía del grupo.

Eskerrik asko, patrón. Su marcha refleja a la perfección la eterna lucha entre el deber personal y el bien común de todo un héroe. En el final de una leyenda que me recuerda al de Gladiator, teníamos un sueño llamado Real Sociedad, que vale la marcha de un hombre bueno, y si una vez lo creímos con Imanol, creámoslo con Sergio Francisco. Se va un soldado txuri-urdin que nos ha hecho mucho más grandes. Honradle. ¡A por ellos!