Adiós con todos los honores a una Copa con la tercera semifinal en cinco años
La Real cae en el Bernabéu con la cabeza más que alta tras una gran andadura copera
La Real Sociedad ha sido eliminada en el Santiago Bernabéu tras ganar 3-4 y forzar la prórroga en un duelo que ha caído con todos los honores, poniendo fin a una andadura copera en la que ha alcanzado su tercera semifinal de la Copa del Rey en cinco años.
Primera eliminatoria, aplazada
La andadura copera de la Real, emparejadacon el Jove Español, arrancó con polémica. La trágica DANA de Valencia, con más de 200 personas fallecidas, obligó a aplazar el debut de los de Imanol en la competición. Una circunstancia lógica cuya resolución, con una fecha polémica, no satisfizo en Anoeta.
La Federación dio un revolcón jurídico al club realista, que se negaba a jugar el partido de Alicante en una semana en la que sus internacionales volvían de sus selecciones y el fin de semana debía afrontar el derbi de San Mamés.
Pese a que el club donostiarra llevó el caso a la justicia ordinaria, una decisión nada del gusto federativo y que es posible haya traído consecuencias, el choque se disputó en la incómoda fecha designada por la RFEF.
Sin mayor historia, el equipo de Imanol derrotó al Jove Español con goles de Ander Barrenetxea (12’, y 15’), Sergio Gómez (38’), y Jon Magunazelaia (44’) antes del descanso, y Mikel Goti en la recta final del encuentro (78’).
A las puertas del infierno
El sorteo de la segunda ronda emparejó a la Real con la Unión Balompédica Conquense, de Segunda RFEF. Sin elementos extradeportivos de por medio como ocurrió en la eliminatoria anterior, el equipo de Imanol tuvo que esperar para que al comienzo de la prórroga Brais Méndez anotara el 0-1 que se tradujera en el billete para seguir vivos.
Tercer rival, la Ponferradina
Mejor imagen ofreció la Real a comienzos de diciembre en Ponferrada. Ante un rival acostumbrado a estar en Segunda División como la Ponferradina y con varios centenares de sus seguidores llegados desde Gipuzkoa en la grada, el conjunto donostiarra ganó con un solvente 0-2 a uno de los conjuntos destacados de la Primera RFEF.
Sin excesivo sufrimiento en la primera mitad, el plan de Imanol salió a la perfección con los tantos que Mikel Oyarzabal (54’) y Brais Mendez (69’) anotaron en la segunda parte de una ronda en la que seguían cayendo ‘primeras’ como el Valladolid en Ourense, Las Palmas en Elche, Mallorca en Pontevedra o el Sevilla en Almería.
En octavos, el Rayo
A los octavos de final tampoco llegaron otros equipos de la máxima categoría como el Alavés, el Villarreal, el Girona y el Espanyol. Con la cita ya en el cargado calendario de mediados de enero, la Real tuvo la suerte de tener que jugar el choque, a partido único, en Anoeta.
El rival, un Rayo Vallecano que meses atrás ya había ganado en el Estadio de Amara y que tuvo que vérselas con un equipo realista encorajinado por el maltrato federativo y de la patronal con los horarios en vísperas de San Sebastián.
Un 3-1 con goles del capitán eibartarra y Jon Ander Olasagasti en el descuento de la primera parte encarrilaban una eliminatoria a la que Trejo dio incertidumbre desde el punto de penalti en el séptimo minuto de la prolongación.
La expulsión de Espino en el minuto 77 y el tanto casi inmediato de Sergio Gómez (79’) dieron una necesaria alegría a una afición que tras los sufrimientos iniciales en Cuenca, veía en la Copa licencia para soñar.
Con varios duelos entre equipos de la máxima categoría, el Betis cayó ante el FC Barcelona (5-1), Osasuna sacó los colores al Athletic en San Mamés (2-3) y el Real Madrid se las vio y se las deseó para deshacerse del Celta en la prórroga (5-2).
Ocho equipos de Primera se plantaron en los cuartos de final, que siguieron a partido único y como en la ronda anterior, la fortuna deparó el emparejamiento con otro equipo que también había ganado esta temporada en Anoeta: Osasuna.
En cuartos, Osasuna
El joven Estadio de Amara en lides coperas (tantos años de sequía y hasta vergüenza tienen la culpa) empieza a tener sus idilios con el torneo del KO. El derbi contra Osasuna fue una de ellas: poco tuvo que ver el choque con el de Liga y la Real se puso a la media hora 2-0 por delante.
Los goles de Barrenetxea y Méndez, una vez más, encarrilaban una eliminatoria que el osasunista Catena cerró con una acción merecedora de roja directa en el minuto 35. Por tercera vez en cinco años, la Real se clasificaba para las semifinales de la Copa del Rey.
Semifinales sin elección
En el sorteo de la sede de la RFEF en Las Rozas, había poco donde elegir: FC Barcelona, Atlético de Madrid o Real Madrid, que fue el que la fortuna deparó, con la ida en Anoeta.
Sin hacer un del todo mal partido en esos dos meses cargados de compromisos, incluido el play-off de acceso a octavos de la Europa League, la Real cedió ante un equipo con mejores jugadores y, sobre todo, experimentados en estas lides. En no tener que hacer un partido redondo para llevárselo. Ni aunque sea la ida de una semifinal. Gol de Endrick, que pudieron ser más de no mediar una gran actuación de Remiro, y a otra cosa.
Una vuelta para el recuerdo
Con poco que perder tras la derrota de la ida, la Real ha firmado en el Santiago Bernabéu una actuación que sus aficionados recordarán durante tiempo, porque más allá de conseguir empatar la eliminatoria, pocos creían que podría ser con un 3-4.
Ese resultado al final de los 90 minutos reglamentarios forzó la prórroga, en la que Antonio Rüdiger finiquitaría el choque con el empate que daba el pase al Madrid e impedía a la Real llegar a su segunda final de la Copa del Rey en cinco años.