La historia de la Real Sociedad está condecorada por gestas imprevistas. Éxitos insospechados y sorprendentes cuando menos se lo espera y cuando nadie confía en sus posibilidades. Confiar y creer en que los realistas va a ser capaces de remontar en el Bernabéu y clasificarse para la gran final es un verdadero acto de fe. Pero este dogma aumenta cuando hay precedentes en su leyenda que certifican que ha logrado hazañas de este calibre ante gigantes de otras dimensiones como el propio Madrid o clubes de similar tamaño y presupuesto. 

A nadie se les escapa que de puertas hacia fuera todo el mundo confía en que en la final se juegue un Clásico. Y, en su debe y como mucho, admiten algunos a regañadientes un derbi madrileño. El invitado con el que no cuenta nadie y que todos confían en que no les ague la fiesta, tal y como les solían acusar a los tenistas españoles de tierra que se cargaban a los favoritos de los torneos y les catalogaban como ratas, es una Real con muchas ganas de hacer saltar todo por los aires.

Último verdugo del Madrid

El último equipo que eliminó al Madrid en un duelo a vida o muerte en el Bernabéu comparece de nuevo en el mismo escenario esta vez con todo en contra. El vigente campeón de Europa y sus estrellas enfrente, su colmillo afilado cuando huele el metal, un nivel de juego que dista bastante del que ofreció el curso pasado y, quizá el detalle más importante, en la ida perdió 0-1 por lo que solo le vale la victoria. Eso sí, si lo comparamos con una eliminatoria a partido único, como cuando los de Imanol se impusieron 3-4, la diferencia es que el empate no le vale y está obligada a ganar. Si lo hace por un solo gol llevará el envite a la prórroga. 

Imanol sacará a su once de gala, salvo por la dolorosa baja de Brais debido a la lesión que sufrió la maldita noche de Old Trafford. En defensa lo normal es que regrese a Aramburu, con Zubeldia, Aguerd y Aihen. En el centro del campo, son seguros Zubimendi y Sucic y el tercero no se puede descartar que repita Pablo Marín o que sean Turrientes o incluso Sergio Gómez. Y arriba, su tridente de cabecera, Kubo, Oyarzabal y Barrenetxea.

Posibles alineaciones del Real Madrid-Real Sociedad de la semifinal de la Copa del Rey N.G.

Los cambios de Ancelotti

El Madrid nunca se ha tomado demasiado en serio la Copa salvo cuando ya está en semifinales. Los blancos están en desventaja en la Liga y en la Champions aún se encuentran en cuartos, por lo que no parecen ir sobrados como para menospreciar el torneo y evitar una temida temporada en blanco. Se espera que Ancelotti haga cambios, aunque sin exageraciones para no verse sorprendido por una Real de la que nunca se ha fiado y a la que siempre ha respetado.

La prensa que cubre la actualidad merengue defiende que van a jugar seguro de inicio Valverde, que se perdió la ida, Tchouameni, Vinicius y Rodrigo. La razón es que todos ellos descansaron en el polémico duelo del sábado. No se descarta que Ancelotti reserve a Rudiger, Bellingham y Mbappé, que acumulan muchos minutos en los últimos diez días.

Son bajas confirmadas Courtois, Ceballos, Mendy, Carvajal y Militao.