La Real Sociedad por fin se ha hecho fuerte en su estadio. Le ha costado, pero las cifras correspondientes a los dos últimos meses de competición hablan de una solidez en Anoeta que puede suponer la base de éxitos futuros. En este sentido, el inicio del pasado mes de noviembre significó un claro punto de inflexión, marcando el comienzo de una racha muy positiva del cuadro txuri-urdin como local. Desde el partido contra el Barcelona, ha ganado seis de los siete encuentros disputados ante su afición, cifra de victorias idéntica a la conseguida durante todo el año previo (de noviembre de 2023 a octubre de 2024). El dato llama mucho la atención, pero no significa más que un fiel reflejo de la travesía del desierto que la parroquia blanquiazul ya va dejando atrás.
La estadística en cuestión no tiene mucho misterio. Entre el 1 de noviembre de 2023 y el 31 de octubre de 2024, la Real sólo ganó seis partidos en casa: uno en la Champions contra el Benfica (3-1) y otros cinco en la Liga frente a Sevilla (2-1), Cádiz (2-0), Las Palmas (2-0), y Valencia en dos ocasiones (1-0 y 3-0). Fue un período sumamente duro en Anoeta, recinto que albergó un total de 24 encuentros en los que escasearon las alegrías. El balance txuri-urdin en dichos duelos resulta demoledor: seis triunfos, siete empates y once derrotas.
Dos rachas distintas
Curiosamente, la Real acumula ya dos noviembres consecutivos inaugurando el mes casero recibiendo al Barcelona, y en ambos casos el resultado contra los culés ha sido premonitorio. La nefasta racha descrita comenzó con aquella derrota de 2023 (0-1) en el descuento, con gol de Araujo inicialmente anulado por fuera de juego y validado posteriormente VAR mediante. Hace apenas dos meses, mientras, la victoria por la mínima (1-0) gracias a una solitaria diana de Sheraldo Becker dio inicio a una muy buena serie de experiencias en el coliseo donostiarra. Los siete encuentros disputados en él desde entonces se han saldado con casi pleno de triunfos y con un único lunar, el empate (0-0) ante Las Palmas en un duelo que no resultó malo por parte blanquiazul.

La buena dinámica en casa no se ha dado únicamente en Liga, también ha afectado a la Copa y a la Europa League. En cualquier caso, los partidos del campeonato ganados en Anoeta ante Barcelona, Betis y Villarreal, así como el citado empate ante Las Palmas, han permitido a la Real escalar en la tabla particular de equipos locales. Tras la derrota contra Osasuna a finales de octubre, el equipo era colista en esta clasificación concreta, tras sumar sólo cuatro puntos de 18 posibles en seis partidos en casa. Ahora, mientras, ocupa la 13ª plaza con catorce puntos de 30 posibles en diez encuentros. No se trata de números globales para echar cohetes, pero conviene recordar que se basan en dos rachas muy distintas: una pésima de inicio y otra reciente mucho más positiva.
Lo que espera
Sólo queda ya tratar de dar continuidad a esta buena inercia en Anoeta, sin que se conozca aún al cien por cien la agenda que aguarda en el estadio. Sí sabemos que, en la segunda vuelta liguera, deben pasar por la capital guipuzcoana (por este orden) Getafe, Espanyol, Leganés, Sevilla, Valladolid, Mallorca, Athletic, Celta y Girona. En la Copa, mientras, Anoeta puede resultar clave en los cuartos de final (si la Real los juega en casa) y en unas hipotéticas semifinales (se disputan a ida y vuelta). Y está por ver también qué termina deparando el recinto blanquiazul en la Europa League. El duelo ante el PAOK griego el 30 de enero servirá para determinar la suerte realista de cara a los cruces posteriores. Y en ellos, luego, los de Imanol tratarán de romper su actual techo continental: la escuadra txuri-urdin no supera una confrontación europea de fase final desde la Copa de la UEFA 1998-99, en la que apeó consecutivamente a Sparta de Praga y Dinamo de Moscú.
Esos emocionantes duelos internacionales serán programados entre semana y muy posiblemente a las nueve de la noche, igual que los de la Copa. En lo que respecta a los horarios de la Liga, sólo queda confiar en que vayan resultando más propicios para que el público acuda al estadio. La franja de los domingos a las 21.00 se ha convertido en muy habitual esta temporada, como consecuencia del concurso txuri-urdin en la Europa League. Competir los jueves obliga a la Liga a programar los encuentros de la Real en domingo, y tarde a poder ser para incrementar el tiempo de descanso entre partidos. Parece obvio que, cuando el equipo de Imanol quede eliminado de los torneos del K.O., tendrá mejores horarios en el campeonato doméstico, pero estas son circunstancias no del todo deseables, por lo que implican en lo deportivo.