El cuento de los tres cerditos encaja a la perfección para explicar la situación de la Real. El equipo realista ha planificado la temporada con jugadores ofensivos y muy prometedores. pero hasta la fecha, no han sido más que casas de paja y de madera que el lobo ha logrado derribar sin mucho esfuerzo. En cambio Imanol ha decidido levantar un hogar con cemento y ladrillos y hasta la fecha es precisamente esa consistencia y fortaleza defensiva las que está permitiendo al equipo seguir vivo en las tres competiciones con sus aspiraciones intactas. A dos puntos del quinto en Liga, con posibilidad de meterse entre los ocho primeros en la Europa League si saca adelante los dos duelo que le quedan en la fase de grupos ante Lazio y PAOK y en octavos en la Copa recibiendo al Rayo. Con las lógicas precauciones por ser un visitante muy incómodo y correoso que incluso se llevó los tres puntos de Anoeta en la primera jornada de Liga, la suerte de afrontar ante su afición el duelo a vida o muerte se vio empañada y compensada con el escándalo de contar con tres días menos de descanso que su rival los albores de un calendario casi inhumano para el que ninguna plantilla está preparada.

A cuatro partidos de la final

El equipo realista ha aparcado ya sus justas y pertinentes quejas y se ha centrado en sacar adelante una eliminatoria que no se le puede escapar cuando solo se encuentra a cuatro partidos de la posibilidad de disputar la final soñada con la afición presente.

Es cierto que ante el Villarreal no tenía excusas desde el momento en el que Imanol decidió apostar por su once más competitivo y que ante el Rayo comparecerá con todo tipo de atenuantes y condicionantes para calmar una posible hecatombe, pero la Real solo piensa en ganar y en descansar cuanto antes, esta vez incluso antes de las entrevistas como bromeó Kubo el lunes, para poder jugar en valencia con otros dos días menos de descanso. Inaudito.

Posibles onces

Imanol introducirá cambios, porque está obligado a hacerlo para dosificar a su plantel y porque el lunes, aunque se logró un triunfo clave y meritorio, hubo varios futbolistas que no estuvieron a su altura. En principio, lo normal sería que regresara Remiro a la portería, con Aramburu, Zubeldia, que regresa tras su partido de sanción, Aguerd y Javi López en la defensa. Un recuperado Zubimendi, Turrientes y Brais, como posible centro del campo y arriba, Kubo, Oyarzabal y Barrenetxea. Tampoco se descarta que entre Óskarsson y el 10 regrese a la banda izquierda.

El Rayo se presenta en Anoeta con la moral por las nubes tras su triunfo ante el celta y con la esperanza de que el intenso duelo que mantuvo con el Villarreal el lunes acabe pasando factura a la Real. Para eso va a plantear un encuentro muy físico, de mucha ida y vuelta. Embarba, Trejo, De Frutos y el punta Nteka serán sus mayores peligros en ataque de un equipo que forma un gran bloque...