[Tribuna txuri-urdin] "Ahí tenemos a la Real", por Marco RodrigoReal Sociedad
Puede que a la Real Sociedad le toque el Tottenham o el Oporto en octavos de final de la Europa League y caiga eliminada. Puede también que juegue las semis de la Copa del Rey y vea cómo la suerte le abandona en una decisiva prórroga. Y puede incluso que el próximo mayo, en su lucha por un sexto billete continental consecutivo, los txuri-urdin se queden sin certificar tal objetivo. Resulta evidente que los resultados que el equipo de Imanol consiga durante los próximos meses determinarán el balance final de la temporada. Sin embargo, la situación desde la que arrancamos el presente 2025 significa ya un éxito en sí mismo. Seguro que así lo subraya el propio entrenador cuando, en la antesala del verano, toque pasar revista a todo lo realizado. Con sus cambios, con sus movimientos y con sus dificultades, la escuadra blanquiazul ha vuelto un año más a ese punto de partida al que tan mal nos hemos acostumbrado.
Sin fallar en Copa
La Real fue el domingo a Ponferrada y ganó como hace un año en Málaga, hace dos en Logroño y hace tres en Leganés. Los denominadores comunes de los partidos enumerados son los que siguen: terceras rondas de Copa, encuentros a domicilio, y rivales de categoría inferior pero profesionales y de niveles más que dignos. El mérito del equipo txuri-urdin reside en salir airoso de este tipo de compromisos, y en hacerlo además convertido en un monótono pero efectivo martillo pilón. Sale al campo. No brilla. Sólo compite y deja muy claro al adversario que sus opciones de dar la campanada no pasan por regalos ajenos. Ya van seis años con el actual formato y en todos ellos la Real ha alcanzado, al menos, los octavos de final. Es lo que cabe exigirle. A partir de ahora, a tener suerte en los sorteos y a soñar si se puede.
Sin dejarse plumas en Europa
Esperan a la vuelta de la esquina Lazio y PAOK. Dos jornadas aún. Pero la Real, con sus diez puntos y pese a haber pinchado contra Anderlecht y Viktoria Plzen, está virtualmente clasificada para las eliminatorias. La prometedora situación parece contrastar con lo inesperado de dos derrotas que, unidas al empate de Niza, redujeron significativamente el bagaje inicial del equipo. Sin embargo, el nuevo formato de competición ha multiplicado significativamente el margen de error respecto a las anteriores liguillas de cuatro, residiendo el fuerte txuri-urdin en haber sabido detectarlo y en haber medido muy bien toda su trayectoria continental. En cuatro de las seis contiendas celebradas hasta la fecha, Imanol ha apostado por mover la alineación los jueves. Sólo contra el mismo Viktoria y ante el Ajax introdujo alineaciones teóricamente titulares. Y aún así nos plantamos ahora en enero con opciones de, venciendo los dos encuentros que restan, terminar entre los ocho primeros. El camino hasta aquí no ha resultado ni mucho menos impoluto, pero sí coherente con el calendario y con el cambio de sistema de clasificación. Sin haber jugado con fuego en exceso, la Real ya tiene hechos sus primeros deberes europeos, habiendo aprovechado además para dar descanso a varios de aquellos futbolistas que el año pasado alcanzaron febrero sumamente exigidos.
REAL Y BETIS: DOS CLUBES MUY DIFERENTES
Son ya varios los años consecutivos en que Real y Betis han terminado la Liga convertidos en rivales directos por los puestos europeos. Así, resulta lógico que desde Donostia se mire con atención a Sevilla, para ver cómo se refuerza el conjunto verdiblanco. Sin embargo, debemos partir también de la base de que ambos clubes viven realidades muy distintas y de que la txuri-urdin, corto plazo al margen, es mucho más positiva. Parece ahora que puede aterrizar en el Villamarín el extremo brasileño Antony, del Manchester United. Se trata de un gran jugador, atractivo pese a su irregularidad. Pero el caso es que, antes de intentar contratarle, el propio Betis ha tenido que vender a un canterano como Diao, igual que hizo en verano con Rodri. Allá ellos. Yo me quedo con la gestión que se realiza desde Anoeta.
TRAER UN DELANTERO: MERMADO PODER DE ATRACCIÓN
Sadiq Umar ya no forma parte de la plantilla de la Real. ¿Contratará el club un sustituto para lo que resta de campaña? Egoístamente hablando, a todos nos gustaría mejorar el equipo con la incorporación de algún nuevo futbolista. Pero convengamos también en que se hace difícil traer ahora a alguien de cierto nivel. Enero es el mercado de las segundas oportunidades, de los jugadores que buscan minutos tras no destacar en su club anterior. Y claro, se antoja difícil conseguir atraer aquí a un punta que desee mayor protagonismo, teniendo supuestamente por delante al capitán y buque insignia del club (Oyarzabal) y al fichaje más caro en la historia de la entidad (Óskarsson). El islandés no termina de arrancar y vendría bien un aderezo ofensivo. Otra cosa será encontrarlo y convencerle.
En harina liguera
Si resulta clave llegar a invierno con la plantilla sana y la enfermería vacía, lo es principalmente por las aspiraciones ligueras durante meses en los que han volado muchos puntos a lo largo de los últimos años. Nunca faltarán ganas, piernas y energía para darlo todo en las emotivas noches intersemanales del cara o cruz. Pero luego los domingos requieren de fuerzas y ánimos renovados para enfrentarse al Getafe, al Villarreal o al Osasuna de turno. Tras una pretemporada complicada como la vivida hace nada, tiene un valor incalculable que la Real pueda pensar en estos últimos compromisos con el chip europeo de nuevo instalado en su ordenador de a bordo. Es séptima en la clasificación tras 18 jornadas, algo que todos habríamos firmado allá por septiembre y que completa el muy buen panorama actual, con el equipo en la rampa de lanzamiento para todo. Para aspirar a otra Copa. Para ilusionarse con superar eliminatorias continentales. Y para seguir haciendo en Liga las cuentas de la lechera. Valorémoslo como se merece.