Que las ramas no impidan ver el bosque, pero el gol anulado a Robert Lewandowski por fuera de juego monopoliza las crónicas del día después al Real-Barcelona en la prensa catalana. Aun así, no son pocas las crónicas que echan en falta la figura de Lamine Yamal como canalizador de un juego blaugrana que el buen hacer guipuzcoano fue apagando con el paso de los minutos.

Claro lo tiene el Sport, que califica como “desconocido Barça” al equipo de Hansi Flick que compareció en Anoeta, “sin la clarividencia ni la frescura habituales, una sombra de lo mostrado hasta ahora y cayó con merecimiento”.

Al periodista de Sport Sergi Capdevila no se le escapaba que Gipuzkoa vivía este domingo un día grande. Primero, por la “mítica Behobia-San Sebastián” que hizo que la capital donostiarra fuera “un hervidero. Bares y restaurantes atestados, buen clima”. Y después, el partido entre una Real “algo irregular y con muchos problemas” en casa ante el “líder intratable Barça”.

Sin salir de la sección de prensa deportiva, el director de Mundo Deportivo, Santi Nolla, califica de “excelente partido de la Real, que mereció ganar con un altísimo nivel de intensidad y velocidad y jugando bien organizado en defensa”, lo que se tradujo en una derrota culé en Anoeta que “entra dentro de las coordenadas lógicas”.

Misma tesis que defiende el redactor medio del mismo rotativo, Sergi Solé, en su contracrónica: “Perder en Anoeta, aunque el Barça llevara ocho años sin hacerlo, es totalmente admisible en los planes de cualquier temporada”.

"Punto de inflexión"

En la prensa catalana generalista, la cronista de La Vanguardia, Anaïs Martí, tampoco escapa de la “polémica” arbitral, que eleva a categoría de titular (“El Barça tropieza con polémica ante la Real Sociedad”) y que arroja una pregunta: “¿Puede ser que el fuera de juego semiautomático confundiera el pie de Lewandowski por el de Aguerd?”.

“Ese fue el punto de inflexión que necesitaba la Real Sociedad para adueñarse del partido. Le ayudó la afición, abucheando a Iñigo Martínez”, resume La Vanguardia, que vio un Barça que “terminó desquiciado. Desesperado. Hubo actitud. Pero sin orden”.

"Más que respetable, incluso admirable"

El columnista del mismo diario Joan Josep Pallás contrapone las figuras de Lamine Yamal y Take Kubo, y afea a los culés por celebrar el descanso del primero en Anoeta: “Un pecado de arrogancia basado en una leyenda urbana impropio de un equipo que va bien pero no tanto como para ir a Anoeta reservando a su crack”.

Visitar Donostia no es ninguna tontería. Puede que no hayan empezado bien la temporada los guipuzcoanos, pero desde que les entrena Imanol Alguacil, hace ya siete años, son un equipo de fútbol más que respetable, incluso admirable las más de las veces”, zanja Pallás, que avisaba: “Además tienen a Take Kubo, sin duda su Lamine Yamal”.

Sin ser causa completa, el fuera de juego también tuvo incidencia en el desempeño blaugrana para El Periódico. "El Barça, pésimo en Anoeta, no cayó contra la Real Sociedad porque a Lewandowski le anularon un gol por un fuera de juego (...) pero sí cambió el ánimo de un equipo azulgrana", resume Francisco Cabezas en su crónica, mientras que el diario Ara es el que más carga las tintas en la crónica de Albert Nadal por la derrota del Barça en un “infierno blanquiazul en el que no solo ha tenido que hacer frente a una gran versión del equipo de Imanol Alguacil, sino que también ha tenido que jugar contra el arbitraje tendencioso del colegiado madrileño Cuadra Fernández”.