Sucedió en la temporada 2015-16, ya en abril, con la temporada tocando a su fin y Eusebio Sacristán en el banquillo de la Real Sociedad. Aquel equipo txuri-urdin se impuso en Anoeta al Barcelona gracias a un solitario gol de Mikel Oyarzabal (1-0), cuyo cabezazo describió una parábola que batió a Claudio Bravo. El resultado prolongó una nefasta racha del cuadro culé en Donostia, donde no ganaba desde marzo de 2007, coincidiendo con la campaña del descenso blanquiazul a Segunda.
Desafortunadamente, el mencionado triunfo realista con gol de Oyarzabal significó un claro cambio de tendencia en las visitas blaugranas. Desde entonces se han producido otras ocho en Liga (además de un 0-1 en la Copa 2016-17), siendo el saldo de dos empates y ocho victorias visitantes. Dicha serie se inauguró además con un 1-1 (el del gol injustamente anulado a Juanmi), con lo que la racha reciente barcelonista resulta aún mejor: seis victorias y un empate en sus últimas siete visitas. O siete victorias y un empate si computamos igualmente el ya citado 0-1 copero. La última ocasión en que la Real puntuó en casa ante los catalanes data de diciembre de 2019 (2-2), con goles de Mikel Oyarzabal de penalti y de Alexander Isak.