El fútbol se empeña semana tras semana en hacer bueno aquello de que un equipo vale tanto como lo realizado en su último partido. Se trata de una máxima que quizás no valga para una plantilla en sí mismo, ni en cuanto a juego ni en cuanto a lo anímico. Pero la frase de marras sí puede aplicarse al entorno de cualquier conjunto profesional, tal y como ha quedado de manifiesto en el txuri-urdin tras la derrota encajada el pasado domingo contra Osasuna. Una vez aplazada la eliminatoria copera en Alicante, el encuentro posterior al derbi de Anoeta es el de esta tarde en Sevilla, un duelo que se presenta con un arma de doble filo como estandarte: un resultado adverso haría dudar de la mejoría experimentada por la Real Sociedad hasta la victoria de Belgrado ante el Maccabi, mientras que un triunfo en el Sánchez-Pizjuán significaría un golpe de efecto que dejaría en accidente lo acontecido frente a los rojillos.

Las noticias no han sido buenas durante las últimas horas en Zubieta, pues Beñat Turrientes y Ander Barrenetxea no han podido superar sus respectivas molestias físicas y causan baja. El centrocampista de Beasain arrastra una sobrecarga en el sóleo que, según explicó ayer Imanol, le está dando “bastante lata”. Mejor prevenir que curar. El extremo donostiarra, mientras, sufrió un golpe en el tobillo durante el entrenamiento del jueves y no se ha recuperado a tiempo. Ambos futbolistas pasan a alimentar una lista de ausencias médicas que componen cinco jugadores en total, ya que a los mencionados cabe sumarles a Hamari Traoré, Pablo Marín y Arsen Zakharyan. El ruso, que no termina de arrancar, trabajó ayer sobre el césped tras cuatro días sin comparecer en el exterior: a cada paso adelante le siguen varios atrás.

Posible once

Nunca resulta positivo perder efectivos de cara a una semana tan exigente como la que hoy empieza, con Sevilla, Viktoria Plzen y Barcelona en el horizonte. Sea como sea, si nos ceñimos al encuentro del Sánchez-Pizjuán, Imanol cuenta con futbolistas suficientes para pensar, repensar y matizar un once en el que se esperan algunas variantes respecto al último encuentro. Javi López relevaría a Sergio en el lateral zurdo para defender a Lukebakio. El catalán podría sentar a Sucic al adelantar su posición a la media. Kubo sería en el ataque el relevo del lesionado Barrene. Y no se antoja descabellado pensar en la velocidad de Becker como amenaza profunda para un rival que se expone y que muchas veces pierde el balón mal parado. El capitán Mikel Oyarzabal sería así reservado para la segunda parte y para los dos próximos encuentros, aunque también tiene opciones de figurar en la alineación.

Enfrente espera un Sevilla que también tiene sus bajas, seis en total, y que la semana pasada logró precisamente lo que busca hoy la Real, dejar en anécdota su anterior derrota. Tras recibir un doloroso 5-1 del Barcelona, los hispalenses ganaron 0-2 al Espanyol y dieron continuidad así a una buena trayectoria general durante el último mes. En su extremo derecho, Lukebakio luce un sobresaliente estado de forma.