A estas alturas de la Liga y en semejantes circunstancias, jugar contra el Real Madrid significa un arma de doble filo. Después de un inicio tan dubitativo, medirte a uno de los mejores equipos del mundo no parece el mejor bálsamo para adquirir velocidad de crucero en la temporada. Sin embargo, la magnitud del rival se convierte en un elemento a favor una vez que logras batirle, porque el impulso de la victoria se ve multiplicado. En esas anda ahora la Real Sociedad, con cuatro puntos de doce posibles, una escuadra en reconstrucción y la visita esta noche a Anoeta del vigente campeón de Europa. Amenaza. Pero también oportunidad.
Si el triunfo lanzaría a los txuri-urdin en lo clasificatorio y en lo numérico, ayer la entrada en convocatoria de Mikel Oyarzabal lo hizo en lo anímico. El eibartarra se vestirá hoy de corto solo nueve días después de sufrir en Belgrado un esguince de tobillo severo. Lo que apuntaba a un mes de baja se ha quedado en apenas una semana, aunque aún se antojaría pronto para ver al capitán como titular. Del resto de la lista destacan los regresos, respecto a la visita al Getafe, de los ya recuperados Aritz Elustondo y Luka Sucic, del descartado para el Coliseum Álvaro Odriozola, y de un Nayef Aguerd que no pudo jugar ante los azulones por problemas con el tránsfer internacional.
A vueltas con el once
“Tampoco estoy diciendo que no vayan a jugar los tres”. Tras una larga exposición sobre lo “lejos de su 100%” que están los citados Aguerd y Sucic, también Oskarsson, Imanol Alguacil dejó ayer caer la posibilidad de que marroquí, croata e islandés formen en el once. Y no parece descabellado pensar en su coincidencia en la alineación. La titularidad más segura, en cualquier caso, sería la del central, de quien se espera rendimiento inmediato. Viene de jugar dos partidos con su selección y compartiría zaga con Aramburu, Zubeldia y Aihen. La elección del de Etxauri, más aseado en lo defensivo que Javi López, se explicaría desde la intención de proteger al propio Nayef Aguerd en su debut.

Zubimendi y Turrientes tienen plazas aseguradas en la medular, disputándose la tercera Sucic y Sergio Gómez. Si Alguacil optara por el croata, el catalán pasaría a integrar un ataque en el que Kubo y el mencionado Oskarsson tiene muchas opciones de figurar. El comodín de lo novedoso puede servir con el islandés, guardándose en el banquillo Imanol las rápidas y explosivas piernas de Becker para la segunda parte.
El Real Madrid, por su parte, aterriza en Anoeta sin cuatro de sus seis centrocampistas. Con Tchouaméni, Camavinga, Ceballos y Bellingham fuera de combate, Valverde y Modric son los únicos sanos, circunstancia ante la que Ancelotti podría apostar por un 4-4-2 de cuadrado en la medular. Brahim y Arda Guler actuarían de falsos extremos, y de la doble punta caería por rotación un Vincius que el miércoles de madrugada completó 90 minutos con Brasil en Asunción (Paraguay).