La Real Sociedad no perdió por el árbitro en Barcelona. Eso que quede muy claro como punto de partida al análisis de lo sucedido en los últimos instantes del encuentro. Lo grave no es que Cuadra Fernández señalara el penalti de Álvaro Odriozola, porque es cierto que corta el lanzamiento de Raphinha con el brazo extendido y se encuentra dentro del área por muy poco. Tampoco estaba el brasileño en fuera de juego en el origen de la jugada porque, aunque las cámaras no lo repitieran, da la sensación de que Le Normand habilita al extremo. Pero aquí radica el origen de la gravedad del problema. No hay ninguna diferencia en la mano con la que cortó Carvajal el centro de Becker cuando faltaban pocos minutos para el final del Real Sociedad-Real Madrid y el marcador lucía el 0-1. Sin embargo, y sin que nadie lo explique de forma razonable y contundente, y de manera casual, o no, la acción del madridista no se repitió más que una toma y en una sola ocasión a pesar de que el neerlandés reclamó con vehemencia que había sido penalti o, como mínimo, saque de esquina, porque su centro había sido desviado con nitidez. Una cosa es que el árbitro se pueda equivocar, pero que la realización de la retransmisión actúe con semejante disparidad de criterios en función del color de la camiseta...

Y el otro aspecto a destacar y denunciar es que no es de recibo que pasen 2:02 minutos desde que Odriozola corta la falta y Cuadra Fernández detiene el juego. Y nada menos que 3:18 minutos hasta que decreta la pena máxima. Todo eso en la prolongación. No puede ser. No se sabe si el ínclito Melero se encontraba ya con el tupper encima de la mesa en la sala del videoarbitraje, pero una decisión tan trascendental no se puede demorar tanto en el tiempo y menos aún en el momento del encuentro y cuando el perjudicado en la pena máxima todavía mantiene opciones de puntuar. 

Malestar de Imanol

Fiel a su personalidad y a su afán por esquivar las polémicas arbitrales, Imanol sí que entró a comentar lo sucedido sin ponerlo en ningún momento como excusa para justificar la derrota: “Evidentemente, no es el momento, pero hay muchas cosas que mejorar. Espero que a quien le toque se lo anote porque estas cosas no ayudan en nada al fútbol. Confío en que sirva para mejorar. La gestión es para tomar nota, pero no es el momento porque tampoco hemos perdido por esa acción, pero sí que es importante que estas cosas no vuelvan a suceder y tomemos nota para mejorar por el bien del fútbol y de los espectadores. Después de tres minutos que se parara el juego para pitar el penalti, tampoco tiene mucho sentido”.

Siempre de buenas cuando ha ganado, Xavi Hernández también se mostró sorprendido por la tardanza de Cuadra Fernández en atender la llamada del VAR: “Con total sinceridad, me ha sorprendido que pitara el penalti. Yo me quejaba de la segunda mano. El VAR tiene estas cosas, vas a verlo y hay penalti antes. No esperaba en ese momento que pitaran penalti”.

LaLiga emitió el audio de la conversación entre el colegiado madrileño y Melero, que es quien reclama su presencia ante la pantalla: “Te recomiendo un on field review por una posible mano en el lanzamiento de falta para que tú la valores”. “¿Está dentro?”, le cuestiona Cuadra Fernández antes de verlo con nitidez y señalar el punto de penalti no sin antes decir: “Vale, páramela ahí. Vale, perfecto. Déjamela en movimiento. Vale, me voy con la mano. Penalti”.

Vacile del VAR

Está muy bien y son muy interesantes estos audios, eso sí, casualmente también o no, tampoco hicieron público la conversación entre Munuera Montero y Busquets Ferrer, que se encontraba en el VAR en la jugada de la mano. Tampoco olvidamos que en la primera temporada completa de Imanol al frente de la Real, cayó por 1-0 con un gol de penalti de Messi en el minuto 81 cuando Martínez Munuera penalizó una mano surrealista de Le Normand. Y sin entrar a valorar que la patada en la cabeza de Gündogan al propio Robin tampoco tiene muchas diferencias con la del osasunista Moncayola al bético Miranda en la anterior jornada y que permitió a los andaluces encontrarse con una alfombra roja en El Sadar para llevarse los tres puntos. Siempre según los colores de las camisetas. Así funciona esta Liga antes del VAR, cuando te sentías vacilado por tres colegiados de campo, y ahora con el VAR, que lo siguen haciendo con la colaboración de las cámaras, la realización y un hombre disfrazado de árbitro en una sala situada en muchos kilómetros de distancia.