Son muchas las razones que se han barajado para explicar el bajón que ha sufrido la Real Sociedad esta temporada. Las principales son el cansancio acumulado por los minutos sumados por los titulares y el déficit de goles de los tres delanteros centros, que se han quedado a años luz de las expectativas generadas. Pero hay una causa que ha pasado bastante inadvertida y que, curiosamente, subyace del problema que ha tenido Imanol con la escasa aportación de sus puntas, y es que el tridente mágico de esta temporada, formado por Kubo, Oyarzabal y Barrenetxea, y considerado por todos como el titular, lleva la friolera de 26 encuentros sin actuar juntos de salida. Casi toda una temporada entera. El último encuentro que disputaron en el once fue la inolvidable paliza al Benfica en Anoeta, en la que a la media hora los realistas ya habían anotado cinco goles, dos de ellos anulados, y Brais había fallado un penalti. Se jugó el pasado 8 de noviembre, es decir más de cuatro meses sin que el trío más fiable y con el que mejor fútbol ha firmado la Real haya podido actuar. 

El que más encuentros se ha perdido ha sido Ander Barrenetxea, con 17, seguido de Mikel Oyarzabal con trece y Take Kubo con doce. El primero no acaba de superar sus continuos problemas físicos, el japonés se marchó un mes a la Copa de Asia y el capitán se ha visto lastrado por el golpe que sufrió en el duelo ante el Girona. 

Lo cierto es que los números cuando han jugado tampoco han sido inmaculados, pero sí la brillantez y la perfección en el desarrollo de la idea de Imanol. En total solo han disputado ocho encuentros juntos, con un saldo de cuatro victorias, dos empates y dos derrotas. Pero, claro, en sus actuaciones están incluidas la derrota del Bernabéu con una primera parte impresionante, la exhibición frente al Inter en casa que acabó en empate 1-1, las victorias en Salzburgo y Lisboa y el inexplicable 0-1 contra el Barcelona en Anoeta

Un pobre balance

De los 26 partidos consecutivos que se han perdido, la Real ha vencido diez, ha empatado diez y ha perdido seis. Aquí se incluyen las tres competiciones y la crisis tanto en casa, donde no se gana desde hace más tres meses, como en las últimas semanas antes, con dos victorias en once encuentros. Y las dolorosas eliminaciones de Copa y de Champions incluidas en uno de los meses más ilusionantes del siglo en el club.

Es una pena, porque la fórmula que encontró el entrenador a un grave error de planificación en un puesto clave como el del delantero centro apenas ha podido tener una mínima continuidad que garantizase una fiabilidad que el equipo ha ido perdiendo paulatinamente en las últimas semanas. Incluso en las derrotas ante los grandes la afición estaba encantada con las prestaciones del entramado ofensivo txuri-urdin.

En estos momentos, la ausencia de Barrenetxea y de Kubo en el encuentro de Granada fue lo que motivó que Imanol cambiara de esquema y pasara a actuar con un 4-4-2 sin extremos, con Sadiq y Oyarzabal en punta. La cosa esta vez le salió bien porque el triunfo en Los Cármenes se consiguió gracias a las dianas del nigeriano y de André Silva, que había entrado en la segunda parte.

Ocho puntos menos

Salta a la vista que los datos de los puntas tienen que mejorar mucho en estas últimas diez jornadas que restan si pretenden salvar en el plano personal su temporada y de paso ayudar a que el equipo logre el hito de la quinta clasificación para Europa consecutiva. Como reconoció el portugués al final del encuentro, es el momento de dar un paso adelante. Pero no dejan de ser curiosos algunos registros de la Real en lo que llevamos de curso. Cuando nos adentramos en el momento en el que se decide todo, una obviedad que siempre solía declarar Luis Aragonés, los blanquiazules llevan ocho puntos menos que el año curso a estas alturas, en el que iban cuartos con 51 puntos. Para que se hagan una idea de cómo cambia la Liga cada año, el Athletic lleva 53. Justo en la siguiente jornada cayeron en Bilbao, por lo que si vencen al Cádiz se llevarían solo cinco, o lo que es lo mismo, tampoco es una diferencia muy grande. 

Eso sí, los 43 puntos actuales a falta de diez etapas para el final son el peor registro desde que Imanol asumió la dirección del equipo en 2019. El anterior eran los 45 que llevaban en la 2020-21 poco antes de celebrar el título de Copa para siempre en Sevilla. La media para acabar en la sexta posición en este último lustro ha estado en 59 puntos, es decir, la Real tendría que sumar 16 puntos en diez partidos para alcanzar dicho valor (el año pasado logró 20). Si lo consigue, hay pocas dudas de que volverá a conseguir su objetivo de viajar al viejo continente. 

Los goles

Hay otro registro que llama la atención y es que los donostiarras han marcado 37 goles cuando todo el mundo está denunciando su falta de gol, pero sus rivales directos están muy lejos de ese número con los 34 del Betis, los 32 del Valencia y los 29 de Las Palmas. Con la más que posible recuperación del tridente mágico y jugando un partido a la semana, todo invita a pensar que la Real no puede fallar para lograr su objetivo y si todo transcurre con normalidad, lo lógico es confiar en que este curso hará historia de nuevo.