El kiosko del PSG está con confianza. La actuación de los parisinos en la segunda parte del partido contra la Real, que aprovecharon para abrir una ventaja de 2-0 antes de tener que viajar a Donostia, arma de moral a las tropas francesas, que de todos modos, no las tienen todas consigo.
L’Équipe ofrece un amplio despliegue del choque, donde destaca el análisis del entrenador Claude Puel. El que fuera técnico de Mónaco, Lille, Lyon, Niza, Southampton, Leicester y Saint-Étienne subraya el “enorme partido colectivo” que firmó la Real en la primera parte, “con profundidad física y acoso constante” para impedir los primeros avances del PSG, cuyos centrocampistas “no tenían tiempo de organizar los ataques cuando recibían el balón”.
“El PSG se vio muy perjudicado por la presión de la Real, que estaba muy bien coordinada”, asegura Puel, que “pese a la buena calidad técnica” de los realistas echó en falta “un poco de talento ofensivo”.
En la crónica del partido, Matteo Amghar centra en el córner del primer partido el momento en el que cambió un choque que comenzó con aproximaciones del PSG, pero con el paso de los minutos, “la Real, agresiva en los duelos, se fue envalentonando con el tiempo”.
“El PSG no dominó los duelos”, subraya Amghar, que reconoce que el equipo de Luis Enrique puso sobre el campo “lo imprescindible”: “Dominó el partido durante unos treinta minutos y fue suficiente para marcar la diferencia ante unos vascos debilitados y demasiado tímidos”.
Ya con el 2-0, el cronista de L’Équipe vio incapaz a la Real de “rebelarse y tendrán mucho trabajo el 5 de marzo para revertir la ventaja tomada por los parisinos”.
“Completamente terrible”
Otro de los medios de cabecera del PSG, el generalista Le Parisien, no esconde los calificativos para una “primera parte completamente terrible”. “La vuelta el 5 de marzo en San Sebastián promete ser asequible. Pero sin euforia”, sentencia el cronista Dominique Sévérac, que echa mano de la historia: el 4-0 que consiguieron los de Unai Emery en París en el año 2017 terminó volteado 6-1 en Barcelona por el equipo del hoy entrenador parisino, Luis Enrique.
“Si el club capitalino no se presenta a la vuelta con al menos cinco goles de ventaja, no hay garantías de tranquilidad”, resume Sévérac sobre una renta que es de dos goles y contra un equipo que, señala, recuperará alguno de sus lesionados, como Mikel Oyarzabal.
“El PSG no podrá sobrevivir con el mismo derroche técnico que en el primer tiempo”, vaticina Le Parisien, “con intenciones tan cautas, con un centro del campo plano, sin ideas y sin alivio, incapaz de hacer un pase hacia adelante”.
En la segunda parte de París, en cambio, “la Real tuvo que desplomarse físicamente para que el PSG tuviera espacios letales, deliciosos para un París, con mucho más nervio, vigoroso y decidido que al inicio del partido”.
En el análisis de datos, el diario reconoce que la misión está cumplida: “Un partido no necesariamente controlado permite a los parisinos dar un primer paso hacia los cuartos de final”.
En esa ensalada de números destacan dos: la Real es el segundo equipo tras el Real Madrid, que cayó 1-0, que no lanza a portería en un duelo de Champions en París (no contabilizan, al parecer, el larguerazo de Mikel Merino); y el otro es que la Real recuperó hasta 13 balones en su último tercio de campo, cifra que el PSG no sufría desde la temporada 2007/2008.
Una nueva prueba de que de momento y como sostienen los jugadores y el cuerpo técnico, la Real mantiene sus constantes vitales intactas pese a que no encuentre el gol, paradójicamente, lo más vital del fútbol.