44 años no son nada. O quizá demasiado para las ganas de revancha que quedaron tras la impresionante eliminatoria de Copa de la UEFA que enfrentó a la Real ante el Inter de Milán el famoso año del subcampeonato. Xabier Almandoz no olvidará jamás lo sucedido aquella noche en el Giuseppe Meazza en la que el equipo de Ormaetxea acabó sucumbiendo por un duro 3-0 y sus aficionados sufrieron la primera gran experiencia desagradable en Europa. “En el ‘79 hice el viaje en avión con escala en París y de ahí a Milán. Me acuerdo que en el vuelo iban los jugadores de la Real e incluso creo recordar que me senté al lado de Bixio Gorriz”.
En las horas previas nada hacía presagiar el ataque que iban a sufrir: “Estuvimos por Milán, y muy bien. La llegada del estadio también la recuerdo sin problemas, con muchos carabinieri. Lo típico”. Todo cambió según fue avanzando el encuentro: “Nosotros estábamos como en el centro del campo y ellos se situaban en un piso superior. Se pasaron toda la primera parte haciéndonos gestos con las manos y tal, pero la cosa no pasó a mayores. Lo malo es que debieron orinar en bolsas de plástico y al descanso se acercaron y nos las tiraron encima. Yo no me mojé, pero hubo gente empapada. Muy desagradable”.
Lo peor estaba por llegar. Y no solo por la goleada final: “Lo malo fue la salida. Después de esperar un poco, nos estaba esperando un gran grupo de ultras italianos escondidos que destrozaron los autobuses en los que nos íbamos. Rompieron las lunas. En mi autobús iba Juan Manuel Gozalo, que era un periodista muy conocido, de Radio Nacional, que estaba tirado entre los asientos. Lo recuerdo bien porque estaba al lado de él. José María García iba en otro y les pasó lo mismo. Al menos, no hubo casi heridos”.
A partir de ahí se generó un caldo de cultivo emocional ideal para intentar la remontada: “Los aficionados estábamos con muchas ganas del partido de vuelta, porque se les podía ganar. Ya verás cuando vengan a Atotxa. Con 0-0 Periko Alonso dio un larguero desde fuera del área. Cuando nos metieron el primero llegaron los otros dos de forma casi seguida. Una pena. No era una Real tan experta, se estaba formando el equipo campeón”.
El encuentro de vuelta en Atotxa es recordado por la mayoría de sus protagonistas y los que lo vivieron en la grada como el mejor de la historia del viejo estadio. Que no es poca cosa: “En la vuelta, Bixio me dijo que fue el partido en el que más comunión equipo-afición han sentido nunca”. Dos goles de Satrústegui con el estadio en ebullición provocaron que una Real espectacular se quedara a las puertas de una gesta histórica ante todo un gigante del viejo continente.
Almandoz visitó este pasado fin de semana el monumental San Siro 44 después: “Antes era mucho más abierto. Ahora está más cerrado, es como una bombonera”.
Esta noche, una Real también campeona aunque sea de Copa y mucho más acostumbrada a competir busca vengar la afrenta que recibió aquel equipo y menos de mil fieles que se desplazaron cuando no era tan sencillo acompañar a sus ídolos. Esperemos que los cerca de 3.000 hinchas realistas que estarán esta noche alentando a los suyos no sufran ningún disgusto y salgan del campo con la sonrisa que reconforta ganar en el estadio con más historia de Europa, con permiso del Bernabéu.