El presente fin de semana sirve a equipo y aficionados de la Real Sociedad para tomarse un respiro entre bloque y bloque de partidos. Atrás queda una compliadísima fase de siete encuentros consecutivos saldada con éxito: nueve puntos de quince posibles en Liga y cuatro de seis en la Champions League. Y se avecina ahora un nuevo maratón de compromisos, otros siete, cuya exigencia parece, sobre el papel, algo menor. Baja el teórico potencial de los rivales, y además la irrupción en escena de la Copa del Rey oxigena en buena medida el calendario. La primera ronda del torneo del K.O. debería servir a Imanol para repartir descansos entre sus futbolistas más utilizados, pero está por ver aún qué rival cae en suerte.

Cabe recordar, para comenzar, que la serie de siete encuentros seguidos que la Real encaró entre septiembre y principios de octubre resultó muy dura. En Liga implicó visitas al Santiago Bernabéu, al Metropolitano y al siempre complicado Mestalla, además de recibir en Anoeta al Getafe y al Athletic en el derbi. La dificultad del estreno europeo, mientras, no fue a la zaga a la de la agenda del campeonato, con duelos ante el subcampeón Inter y a domicilio frente al correoso Salzburgo. El mencionado bagaje de puntos, en ambas competiciones, convirtió en obligatoriamente buena la experiencia.

Algo más sencillo

El maratón resultó de armas tomar y presenta cierto contraste con el que aguarda, no porque este se avecine fácil sino porque sí se antoja más sencillo en comparación. Los rivales domésticos, amén de un siempre potente Barcelona, van a ser Mallorca, Rayo Vallecano, el primer adversario copero (al menos tres categorías inferior) y el Almería. Y en Europa, eso sí, tampoco puede decirse tan a la ligera que descienda la dificultad, por el nivel del contrincante y por la trascendencia del doble duelo con el Benfica. Los portugueses fueron, en otoño de 2022, hace solo un año, la gran sensación de la Champions. Ahora, pese a que han perdido jugadores importantes por el camino, conservan potencial y afrontan sus duelos contra la Real muy necesitados, con cero puntos en su casillero continental.

Una vez más, y al margen ya de análisis realizados a priori sobre la supuesta dificultad del calendario, toca también lamentar que las circunstancias de la competición van a hacer a la Real llegar menos descansada que todos sus rivales a esta sucesión de encuentros. Tras recibir al Mallorca el sábado 21, visitará el miércoles 25 a un Benfica que habrá jugado el viernes 20 contra un modesto rival de cuarta división (el AC Lusitania) en la primera ronda copera. Luego, en Vallecas, esperará un Rayo sin Europa y con semana limpia previa, mientras una semana después el Barça se plantará en Anoeta habiendo descansado por su condición de exento en la primera eliminatoria de la Copa del Rey. El propio Benfica llegará a continuación a Donostia con unas horas extra de reposo respecto a los txuri-urdin, al haber competido en liga en horario vespertino por el nocturno de los blanquiazules. Y, finalmente, el Almería esperará en su estadio habiendo seguido por televisión el encuentro de Champions entre guipuzcoanos y lisboetas, que se prevé a cara de perro.