Derrota de los juveniles: cinco pérdidas y 5-2

El inicio del encuentro se vio marcado por la asfixiante presión ejecutada por el conjunto austríaco, rebosante de energía en el comienzo. Los dos interiores del rombo salzburgués se llevaron sendas amarillas muy tempraneras al salir a apretar a banda de forma agresiva, resultando lesionado en uno de estos lances el blanquiazul Lebarbier. Ante este panorama, la Real tuvo dificultades para superar las líneas del rival, pero cuando lo hizo pudo lanzar dos buenos cambios de orientación a Orobengoa, quien no logró aprovechar situaciones bastante francas para encarar solo al meta del Red Bull.

Los anfitriones se adelantaron poco después, en el minuto 12, al perder un duelo Eceizabarrena en la frontal del área rival y transitar con velocidad el Salzburgo por la banda izquierda. Daghim, escorado, batió al meta txuri-urdin Folgado, quien con su tímida salida no pudo tapar toda la portería deseable. Sin embargo, tal y como hiciera en la primera jornada contra el Inter, la Real reaccionó bien al mazazo, se benefició de que los vatios de la intensidad local fueron menguando y logró empatar mediante Mariezkurrena, después de un serio aviso previo de Arruti a centro de Ramírez.

La igualdad en el marcador reflejaba al descanso los sucedido sobre el verde durante la primera mitad, con los guipuzcoanos buscando con intención los espacios que podía deparar el rombo medular local y presionándolo también con eficacia en fase defensiva. Cuando el Red Bull Salzburgo iniciaba sus ataques posicionales, la Real replicaba ese 4-4-2 de diamante en la media proyectando a Arruti y recogiendo dentro a los extremos Ramírez y Orobengoa, dentro de un entramado que ya ensayaron sus mayores en el Bernabéu y que a los dirigidos por Mikel Llorente les funcionó de forma más que correcta en Austria.

Desgraciadamente, y ya puestos a establecer paralelismos con el equipo profesional, la posterior segunda mitad significó una seria advertencia respecto a lo que no debían hacer luego los de Imanol en el Red Bull Arena: perder balones en situación comprometida y con el equipo expuesto. En 20 minutos para olvidar, dos robos locales sobre Gorosabel y otro ante Ropero significaron sendos contragolpes letales, saldados con gol y uno de ellos, además, con expulsión de Eceizabarrena (doble amarilla) al cometer el penalti del 4-2. El momentáneo y previo 2-2 de Ramírez terminó quedando en anécdota, mientras las recuperaciones de los austríacos cobraron mayor peso aún en el marcador al hacer Crescenti el quinto después de interceptar su equipo un peligroso envío interior del portero Folgado en salida de balón.

El equilibrio que caracterizó el juego durante largas fases de la contienda puede hacer que consideremos en cierto modo injusto el resultado final. Pero experiencias como la UEFA Youth League sirven también para exponer a los canteranos blanquiazules a vivencias como esta. Europa y el fútbol en general se rigen según códigos muy distintos a los de la Segunda Federación y la División de Honor juvenil, categorías en las que determinados errores tienden a tener un peso nulo o muy reducido en el tanteador. Mientras, si enfrente hay unos tipos con un Red Bull bien grande en sus camisetas, media equivocación se traduce en gol en contra. Dentro de un par de meses, en Zubieta, llegará una bonita oportunidad para resarcirse. Y para acreditar crecimiento, que de eso se trata principalmente.