Lo que funciona no se toca... pero hay veces que no queda más remedio, sobre todo cuando la ley del mercado te deja sin futbolistas importantes. Respecto a su fenomenal trayectoria en la pasada Champions (finalista ante el Manchester City), el Inter ha perdido al portero Onana (Manchester United) y a un Edin Dzeko que ha preferido encaminarse tranquilo hacia la jubilación con la camiseta del Fenerbahce. Lukaku (Roma) tampoco está, completando una serie de circunstancias que, más que a una revolución, han dado pie a una evolución del conjunto de Simone Inzaghi.
El meta Sommer (Bayern de Múnich) llega para aportar esa clarividencia en el juego con los pies. Marcus Thuram (Monchegladbach) suma potencia, corpulencia y verticalidad para la delantera. Y se antoja sumamente coherente el fichaje de otro campeón de la Bundesliga, el galo Pavard, para desempeñar en el dibujo 3-5-2 esa especie de rol híbrido central-lateral que ya jugaba el todavía presente Darmian. De momento, pleno de triunfos, dos de dos, en la Serie A.