El Elche Club de Fútbol encara la presente 26ª jornada de Liga, en la que rinde visita a la Real Sociedad, como colista y con un mundo de puntos por recortar si quiere obrar el milagro de la salvación. Los alicantinos han pasado la semana a trece de la zona de permanencia y aferrados a unas matemáticas que no engañan: dicen que mantenerse en Primera es posible, pero exigen también a los dirigidos por Pablo Machín firmar de aquí al final del campeonato unos números dignos de equipo de Champions. De momento, el técnico soriano apela al habitual “partido a partido” para intentar acercarse algo más al objetivo, enarbolando así un discurso con el que no le va del todo mal. Tiene muy difícil, eso sí, subsanar una situación cuyos orígenes están repletos de vaivenes.

El proyecto

El empresario argentino Christian Bragarnik es el propietario del club desde 2019. Llegó con el equipo en Segunda División y ahora el Elche milita en Primera, por lo que el balance no tiene por qué ser exclusivamente negativo. Sin embargo, la falta de estabilidad en el banquillo franjiverde supone el principal exponente de una gestión ciertamente excéntrica. Pacheta certificó el ascenso durante aquella primera temporada de Bragarnik para ser relevado de inmediato en beneficio del también argentino Jorge Almirón. La apuesta no resultaría en el regreso a la máxima categoría, y Fran Escribá tuvo que llegar al rescate para evitar el descenso, circunstancia que se repetiría una campaña después, en el pasado curso 2021-22. Entonces fue Francisco quien, tras sustituir al propio Escribá, condujo al equipo a la permanencia. Así, el almeriense inició la actual temporada en el banquillo del Martínez Valero.

Arranque garrafal

Las cosas con Francisco no empezaron, en la actual Liga, igual de bien que terminaron en la anterior. De una permanencia desahogada y alejada de agobios, el Elche pasó a firmar un comienzo de campeonato pésimo, sumando un solo punto en los primeros siete partidos. Tras una derrota en Vallecas contra el Rayo, a principios de octubre, el club destituyó a su entrenador y realizó una apuesta muy controvertida para relevarle. Esta consistió en repescar a Jorge Almirón, el preparador cesado apenas un año y medio antes, para intentar reflotar la nave, cosa que no sucedió. El argentino solo duró un mes en el cargo, siendo despedido a comienzos de noviembre después de firmar números algo mejores que los de su predecesor, pero ni mucho menos suficientes para reengancharse a la pelea por la salvación: tres empates y tres derrotas en seis encuentros de Liga.

Con Machín

El secretario técnico y entrenador interino Sergio Mantecón dirigió un partido (derrota en casa ante el Girona) justo antes del parón mundialista. Y durante el mismo asumió las riendas del equipo Pablo Machín, con quien la mejoría se hizo esperar pero ahora resulta palpable. Con él el Elche perdió sus dos primeros partidos, contra Atlético (2-0) y Celta (0-1). A partir de entonces, la racha en los nueve encuentros disputados habla de una competitividad innegable: el equipo ha sumado en ellos dos victorias (ante Villarreal y Mallorca), tres empates y cuatro derrotas, viendo cómo dos de esos duelos perdidos tienen matices particulares: los triunfos de Betis (2-3) y Espanyol (0-1) en el Martínez Valero fueron conseguidos ante un cuadro franjiverde en inferioridad numérica.

Marca de la casa

marca de la casa Por todo lo expuesto, el Elche que visita Anoeta es un equipo muy cambiado respecto al que cayó ante la Real (0-1) allá por el mes de agosto, aún en la tercera jornada del campeonato. Pablo Machín no tardó en dotar a la escuadra de su clásica impronta, un sistema de tres centrales y dos carrileros al que apenas ha renunciado durante su trayectoria en los banquillos. Y a esto hay que añadirle los movimientos ejecutados durante el reciente mercado invernal, con llegadas como las de Blanco (Rosario Central), Carmona (Sevilla), Magallán (Roma) y Nteka (Rayo); y también con salidas como la de Roger Martí (Cádiz). Los alicantinos han viajado este sábado a Donostia con una expedición integrada por 20 futbolistas. Causan baja por lesión el citado Magallán, Roco, John y Collado. También está en el dique seco Pere Milla, cuya ausencia responde igualmente a una sanción por acumulación de amonestaciones.