Tras finalizar segunda una liguilla que encabezó el Nápoles y en la que AZ Alkmaar y Rijeka cerraron la clasificación, la Real Sociedad no tuvo suerte en el sorteo de los dieciseisavos de final de la Europa League. Quedó emparejada con un Manchester United caído desde el grupo de la muerte de la Champions ante PSG y RB Leipzig. Y además el partido de ida de la eliminatoria no pudo disputarse en Anoeta y fue trasladado al Juventus Stadium de Turín. Imanol apostó en tierras italianas por dar rienda suelta a la versión original de su equipo, la osada y valiente, circunstancia ante la que los red devils solventaron la papeleta con un rotundo 0-4.

Los riesgos que corrió la Real aquel día se plasmaron principalmente en la fase defensiva del juego. El equipo apostó por presionar al United en posiciones adelantadas, haciendo mutar su 4-3-3 para apretar a pares, hombre a hombre, en todo el campo: Januzaj saltaba a por el central Maguire, Zaldua corregía detrás para marcar al lateral Telles, y completaba este acordeón de movimientos un Igor Zubeldia que cerraba como lateral diestro encima de Marcus Rashford.
Los txuri-urdin dispusieron, aún con 0-0 en el marcados, de dos buenas ocasiones en las botas de Januzaj e Isak. Belga y sueco no acertaron, y después el equipo de Manchester aprovechó los espacios a la espalda blanquiazul para golear. “Teníamos muy claro lo que buscábamos: ser fieles a nosotros mismos estuviera quien estuviera enfrente. Esto tiene sus peajes cuando no lo haces bien y cuando está enfrente un rival con semejantes armas. Éramos conscientes de que podíamos sufrir así ante un equipo con grandes pasadores y delanteros rapidísima. Ellos son los mejores en esto y lo han demostrado”, explicó Imanol.
Todo quedó visto para sentencia en el exilio italiano, por lo que la posterior visita a un desierto Old Trafford se convirtió en prácticamente anecdótica. Al menos, la Real pudo enjuagarse en Inglaterra una pequeña ración del mal sabor de boca de la ida, arrancando un empate sin goles y gozando incluso de la opción de ganar el partido (Mikel Oyarzabal falló un penalti). Mientras, el Manchester United prosiguió su camino en la competición eliminando por el camino a Milan, Granada y Roma. En la final, mientras cayó en Gdansk (Polonia) ante el Villarreal en la tanda de penaltis.