La Real Sociedad vive aún horas difíciles tras el varapalo que supuso el sábado el empate contra el Celta. Sin embargo, a los txuri-urdin puede quedarles un peculiar consuelo: su próximo partido tendrá lugar a domicilio, el sábado en Mestalla (21.00 horas) contra el Valencia. Cualquier equipo, incluido el de Imanol, elegiría siempre jugar en casa, al abrigo de su afición. Las frías estadísticas, mientras, apuntan a que en esta Liga resulta preferible hacerlo lejos de Anoeta. Y es que los números hablan por sí solos, tras 22 jornadas en las que el estadio donostiarra ha albergado once encuentros y la propia Real ha disputado otros once como visitante. A igualdad de oportunidades, ha cosechado 18 puntos en calidad de local y 25 como forastera.

El ratio de triunfos

La situación no es nueva. El equipo guipuzcoano se marchó al parón mundialista en la tercera posición, después de disputar siete partidos en Anoeta de los que solo había ganado tres, contra Espanyol, Villarreal y Mallorca. Toda vez que de inicio pasaron por Donostia Barcelona y Atlético de Madrid y que la muestra se antojaba aún demasiado escasa, el dato no llamó en exceso la atención durante la interrupción invernal. Además, cuando se reanudó la Liga, Osasuna y Athletic cayeron consecutivamente en sus visitas a la Real, remontándose una estadística ahora empeorada tras los duelos ante Valladolid (0-1) y Celta (1-1). No se han ganado ni la mitad de los partidos en casa, cinco de once.

Cifras habituales

Expuesto el guarismo, toca matizar que, durante las últimas temporadas, el equipo de Imanol se ha movido siempre en cifras similares como local. Ganó nueve encuentros de 19 en Anoeta durante las temporadas 2019-20 y 2020-21, ambas muy condicionadas en lo ambiental por la pandemia y sus restricciones de aforo. En cualquier caso, durante el pasado curso 2021-22, ya con público en las gradas, el número de victorias en casa solo ascendió a diez. La igualdad que impera en el campeonato, al menos en cuanto a enfrentamientos directos a 90 minutos, ha eliminado buena parte de los efectos positivos que antaño tenía jugar como local. Y el actual equipo txuri-urdin no supone una excepción a este respecto.

Brillante visitante

Regresando al inicio de este texto y a ese teórico optimismo que debería generar la próxima visita al Valencia, parece obvio que el gran salto de calidad realista esta campaña ha residido en sus prestaciones a domicilio. Hasta la fecha ha sumado lejos de Anoeta 25 puntos de 33 posibles: solo ha dejado de obtener los seis que se le escaparon en Getafe y Valladolid, y los dos que dejó de conseguir mediante el gran empate cosechado en el Santiago Bernabéu. Para hacernos una idea, podemos comparar ese bagaje actual de 25 puntos con los conseguidos durante las últimas tres Ligas completas, por aquello de tomar la era Imanol como medida. En la 2019-20 se recolectaron 25 puntos como visitante, en la 2020-21 fueron 29, y finalmente 27 en la 2021-22. Además, más allá de números, las sensaciones globales, atendiendo ya a todas las competiciones, confirman todo lo bueno que se está haciendo fuera: al citado empate en Madrid hay que sumar el 0-1 de Manchester y la exigua derrota copera en Barcelona.