La situación es caótica una vez más. Después de varias semanas con la luz roja parpadeando sin que saltara la alarma por los buenos resultados, la derrota contra el Valladolid ha precipitado los acontecimientos. No es normal lo que le está sucediendo a esta Real Sociedad con una plaga de lesiones que, aunque parezca imposible, está superando con creces a las de los dos años anteriores. El conjunto txuri-urdin compareció a la cita frente al Valladolid con nueve bajas: Gorosabel, Sola, Aritz, Pacheco, Guevara, Merino, Silva, Cho y Sadiq. En un rápido resumen, faltaban los tres laterales derechos específicos, el central revelación, un mediocentro que no está teniendo mucho protagonismo, dos figuras vitales en el rombo de la medular con el que ha marcado las diferencias esta temporada, el fichaje de presente y de mayor futuro y la contratación más cara en la historia de la entidad. Casi nada.

Por si fuera poco el parte más propio de un hospital de guerra que de un equipo de fútbol, Imanol desveló al término del encuentro sin pretender utilizarlo como excusa que Igor Zubeldia tuvo que jugar infiltrado por problemas en un tobillo, que Brais Méndez apenas había podido ejercitarse, aunque no parece que tenga un problema importante, y que Alexander Sorloth continúa con molestias en la rodilla, tal y como reconoció en la entrevista que concedió a este periódico la pasada semana. Asimismo, Barrenetxea regresó al once de emergencia, ya que solo había podido completar en una práctica y que Mikel Oyarzabal, como reconoce él mismo, se encuentra aún recuperando sensaciones. Take Kubo, que en estos momentos es el principal elemento diferencial del plantel, también lleva semanas arrastrando pequeñas molestias por una contractura muscular. Es decir, 15 de 25 futbolistas tienen problemas físicos, un dato desconcertante que, voluntariamente o no, está pasando muchas veces inadvertido para los medios de comunicación de fuera de Gipuzkoa. El Madrid va a viajar al Mundialito con seis bajas y su prensa afín ya está poniendo el grito en el cielo...

Lo comentaba Imanol tras la derrota: “Probablemente haya sido la semana más difícil de gestionar. Entre los que están pero vienen de lesiones importantes y largas, que están para salir pero no al 100%, y los que faltan, no han sido los mejores días. Pero no me quiero lamentar. Hemos hecho méritos para ganarlo, pero nos faltó acierto. Si lo hubiésemos hecho, hablaríamos de lo bien que está el equipo. Con el mismo juego, comentaríamos que este equipo no tiene límite. No es normal tener cinco lesiones de tobillo en tres semanas”.

Como es lógico, a la Real le viene bien tener hasta el lunes para afrontar su siguiente encuentro, pero el panorama continúa sin parecer demasiado halagüeño en la enfermería. Imanol cuenta con pocas opciones de recuperar a David Silva, a pesar de que después del empate en el Bernabéu confiaba en tenerlo para el duelo ante los pucelanos. La realidad es que todavía no ha podido ejercitarse junto a sus compañeros y no parece sencillo que regrese el jueves, por lo que va a tener muy complicado viajar a Cornellà y quizá sea preferible que trate de reaparecer en la siguiente jornada frente al Celta en Anoeta.

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De los otros lesionados, los dos que están cerca de asomar la cabeza son Sola y Guevara. El primero no juega desde el 13 de noviembre en la primera eliminatoria de Copa ante el Cazalegas y el segundo se rompió en las horas previas del derbi ante el Athletic del pasado 14 de enero. Al resto por ahora no se le espera, con casos inquietantes como el de Aritz Elustondo, cuyo esguince le podría mantener bastante tiempo alejado de los terrenos de juego, o el de Momo Cho, que ha sufrido una lesión en el tobillo sano y cuya vuelta tampoco tiene fecha. Con la misma dolencia, Gorosabel y Pacheco llevan sin jugar desde el 17 de enero. Y Merino, un elemento absolutamente clave para el engranaje de este equipo, apunta a perderse gran parte de este mes de febrero.

Al menos, Zubeldia tuvo mejores sensaciones de lo que pensaba, por lo que estará disponible seguro para Cornellà, al igual que Sorloth, que deberá apretar los dientes por su lesión. No hay que olvidar tampoco que el rompecabezas en la defensa que ha tenido que resolver la pasada semana Imanol puede recrudecerse en las próximas fechas, ya que Zubeldia y Le Normand están apercibidos de suspensión con cuatro amarillas. El tema es dramático. Y lo malo es que nos encontramos en un momento decisivo de la temporada, en la que el calendario es bastante amable y el equipo necesita hacer acopio de puntos antes de que regrese la Europa League el mes que viene.