La Real Sociedad de los tres billetes europeos consecutivos recibe este domingo (18.30 horas) en su estadio a uno de los tres equipos de Primera División que el año pasado militaban en Segunda, el Real Valladolid. Sobre el papel, la empresa debería resultar sencilla para los txuri-urdin. Pero solo sobre el papel, ya que ganar este tipo de encuentros resulta, en verdad, mucho más complejo. Así sucede, en el caso de los blanquiazules, por tres motivos. Primero, porque afrontan la contienda con nueve importantes bajas. Segundo, porque la máxima categoría no perdona y el nivel de su zona media-baja ha crecido últimamente. Y tercero, porque los precedentes del cuadro guipuzcoano en Anoeta contra recién ascendidos dibujan un panorama general con marcadores de todos los colores.

Ganarlo todo

Rebobinar hasta el recordado ascenso de 2010 y analizar los resultados cosechados por la Real en este tipo de encuentros ratifica dos circunstancias: no es sencillo vencerlos y el equipo vive el mejor momento de su historia reciente (también en este sentido). Durante la última década han escaseado los plenos de victorias en casa (tres de tres) ante los conjuntos procedentes de Segunda. Solo se han dado dos, y ambos corresponden a las dos últimas temporadas. En el curso 2020-21, el que se celebró íntegro a puerta cerrada, el equipo de Imanol superó como local a Huesca (4-1), Cádiz (4-1) y Elche (2-0). La pasada campaña, ya con público en la grada, se repitió la buena serie frente a Rayo Vallecano, Mallorca y Espanyol.

Sufriendo

Sea como sea, estos tres últimos encuentros, ganados todos, significan buenos ejemplos de lo costoso que resultará intentar superar al Valladolid. El Rayo perdió en Anoeta en agosto de 2021 (1-0) por la mínima, víctima de un penalti transformado por Mikel Oyarzabal en la segunda parte. El Mallorca encajó en Anoeta idéntico resultado, al recibir en el tiempo de descuento el gol de Julen Lobete para una Real diezmada tras la expulsión de Aihen. Y el Espanyol, mientras, sufrió en sus carnes, al mismo tiempo, lo que vallecanos y baleares: diana blanquiazul de penalti (transformado por Isak) y anotada en el último minuto del encuentro. El pleno nueve (puntos) de nueve conquistado por los txuri-urdin fue muy sufrido.

Mal precedente

Seguro que Imanol Alguacil ha puesto en alerta a sus futbolistas ante lo que puede esperarles este domingo. Pero, si no fuera suficiente con el discurso del técnico, bastaría con recordar el precedente más cercano con el Valladolid de por medio como recién ascendido. Los pucelanos protagonizado su penúltimo acceso a Primera en junio de 2018, tras llevarse un play-off final ante el Numancia de Jagoba Arrasate. Apenas seis meses después, en diciembre, conquistaron Anoeta gracias a las dianas de Toni Villa y Antoñito (1-2). Fue la segunda de las cuatro derrotas consecutivas que aquella Navidad costarían el puesto de entrenador a Asier Garitano.

2018-19: la peor campaña

Aquel curso en el que Imanol relevó al bergararra significó la peor temporada desde el ascenso a la hora de recibir a equipos procedentes de Segunda. Si bien en la campaña 2010-11 solo sumó un punto (1-1 ante el Levante y 0-3 con el Hércules), la Real era entonces uno de los tres recién ascendidos, lo que resta validez a la estadística. En la 2018-19, mientras, solo pudo sumar dos puntos gracias a empates frente a Rayo (2-2 con Garitano) y Huesca (0-0 con Imanol). También se perdió el citado encuentro ante el Valladolid. Por lo demás, abundan en la última década las campañas con recolectas de seis y siete puntos. Es decir, con dos victorias y un tropiezo.

Primer escollo

El encuentro de este domingo inaugura la serie de encuentros que esta temporada medirán a la Real en Anoeta con rivales que acaban de subir. Así, tras el Valladolid deberán pasar por Donostia el Girona y el Almería, ambos en las jornadas finales del campeonato. Los catalanes competirán en Anoeta en la 34ª y los andaluces en la 36ª, instancias decisivas del torneo en pos del objetivo de turno.