Más allá de las desproporcionadas quejas arbitrales de su entrenador y de su presidente que, después de lo sucedido ante el Mérida, no resultan muy convincentes y que acaban sonando más como burdas excusas, los play-off ante Mérida y Nàstic de Tarragona han terminado por convertirse en una continua denuncia por parte de los dos rivales y de varios clubes que se han sumado a la causa sobre la presencia de los filiales en el fútbol profesional. La verdad es que para ser justo, la caza de brujas la inició el estrambótico y controvertido Javi Poves, técnico del Moscardó: “La semana que viene tendremos que mejorar mucho, sobre todo con un gigante de la categoría como es el Getafe B, ¿no? Que además todo el mundo sabe el sistema, ¿no?, cómo funciona de los filiales. Límite presupuestario ilimitado, mayores de sub-23”. E incluso llamó a la rebelión del resto de clubes “Es una vergüenza absoluta. El presidente de la Federación que entre, futuro, tendrá que poner coto porque los filiales están para lo que están, para formar jugadores y no para dar cabida a chicos de 26, 27, 28 años con presupuestos, insisto, ilimitados. Y maleando absolutamente la categoría”.

En un artículo muy interesante publicado ayer por el periodista Juanfran Moreno en el Diari de Tarragona, denunciaba que la los filiales no jugaban con las mismas cartas: “Más allá del VAR, el Nàstic se midió a un filial de Primera División que no se jugaba ni su vida ni su viabilidad. La Real Sociedad B es uno de los diez filiales que han competido esta temporada en la categoría. Plantillas llenas de talento, con jóvenes que pronto pisarán la élite, reforzadas muchas veces con fichajes millonarios que superan el presupuesto anual de buena parte de los equipos de la Primera RFEF. ¿Dónde está la igualdad? ¿Así se cuida a los clubes históricos con masa social?”

¿Liga de filiales?

Y, por supuesto, reclamó la liga de filiales:El Nàstic ha denunciado en numerosas ocasiones que los filiales no deberían tener acceso al fútbol profesional. La Primera y la Segunda División pertenecen a LaLiga. Al igual que un filial no puede coincidir con su primer equipo en la misma categoría, tampoco debería hacerlo en dos divisiones que forman parte de la misma competición. En Inglaterra existe una liga de filiales. En España, muchos clubes lo reclaman. Pero la respuesta sigue siendo el silencio”.

Por último, uno de los pataleos de Lluis Fábregas fue el ya tan recurrente queja de los filiales no deberían aspirar a ascender: “No se puede competir en igualdad contra filiales con recursos muy superiores. Ya nos pasó contra el Villarreal B y ahora contra el Sanse. Una liga con 10 filiales entre 40 equipos no tiene sentido. Si quieren jugar, que no tengan derecho a subir”. Lo dicho, una vez más y eso que esta vez no ha hablado el alcalde como en la anterior ronda. Una pena el nivel de los directivos...

Ocho guipuzcoanos en el once

Está bien denunciar las injusticias de la competición, como la que puso encima de la mesa Poves, que tenía mucha razón, pero hay que informarse antes de hablar y de señalar a tus adversarios. Más aún a posteriori y cuando ya has mordido el polvo. Arana (Zarautz), Rupérez (Navarra), Beitia (Elgoibar), Peru (Antzuola), Balda (Anoeta), Carbonell (Barcelona), Mikel Rodríguez (Getaria), Eder García (Errenteria), Astiazaran (Lasarte-Oria), Goti (Bizkaia) y Arkaitz Mariezkurrena (Astigarraga). Es decir, ocho guipuzcoanos, el territorio más pequeño, además de un barcelonés, uno de Gorliz y uno de Pamplona. De los seis cambios que entraron, cuatro también eran guipuzcoanos: Orobengoa (Oiartzun), Gibelalde (Donostia), Carrera (Errenteria) y Agote (Zizurkil), además de un camerunés, como Lebarbier, y un navarro, como Marchal. 

Zubieta fue una fiesta tras el ascenso. Iker Azurmendi

Cuatro jugadores de 23 años

En toda la plantilla solo hay cuatro futbolistas que tienen 23 años que marca el límite que provoca que si juega en el primer equipo no puede volver en mitad de la temporada: Arana, Peru, Balda y Goti. Son los cuatro veteranos y habrá que ver cuál es papel que les asigna la próxima temporada Sergio Francisco, ya que de momento solo el vizcaino cuenta con plaza segura en la primera plantilla al menos para hacer la pretemporada. 

Una cosa es el filial del Barcelona, que ha perdido la categoría en el grupo del Sanse, o del Madrid y del Atlético (incluso el Villarreal, que pesca en todas partes), auténticos crisoles de internacionalidades y otra muy distinta la cuidadosa forma con la que mima su vivero la Real. Lo que pasa es que, claro, a nadie le gusta reconocer que han perdido ante un grupo de chavales de pueblo como se demostró en la celebración con la cuadrilla de cada jugador...