¿Qué tal está Mikel Oyarzabal?

Bien, bien. Está entrenando bien y todos tenemos ganas de que vuelva a jugar.

Tiene un encaje perfecto en el famoso 4-4-2 en rombo, ¿verdad?

Por supuesto. Yo he visto a Mikel Oyarzabal jugar hasta de defensa central.

¿De defensa central?

Sí, sí, fue en un partido concreto, no sé si en cadetes o en juveniles. Y también le vi, más a menudo, jugar de pivote o de interior. Es un jugadorazo y se va adaptar a lo que le toque.

El propio Mikel, Zubeldia, Guevara, usted... Se habló mucho de la generación de 1995, y los que han llegado arriba son los de 1997.

Con estas cosas nunca se sabe. La verdad es que es una gozada compartir primera plantilla con gente junto a la que has ido pasando categorías en Zubieta.

En aquellos equipos cadetes y juveniles el extremo izquierdo no era Oyarzabal. Era usted.

Sí. Luego hubo una temporada en la que me rompí la rodilla y, al regresar, empecé a jugar de lateral. Así subí al Sanse, entrenado aún por Imanol . Y terminé asentándome atrás, después de un proceso que se está convirtiendo en bastante natural dentro del fútbol actual. En el club decidieron que es en la defensa donde más puedo aportar, y yo me acostumbré rápido.

Es lo que toca.

Sí, sí, tienes que adaptarte enseguida porque el cambio de chip es radical, y además esto va a toda velocidad. Si esa misma adaptación se da más despacio, puede que de repente te veas fuera del club. A mí me benefició que, incluso durante mi época de extremo, nunca fui un jugador al que le costara defender. A partir de ahí, temporada a temporada he ido aprendiendo nuevas cosas.

Ya no es que le hayan reconvertido a lateral. Es que le he visto incluso ejercer de tercer central en la salida de balón.

Imanol me ha dado esa oportunidad y a mí me gusta mucho asociarme con los compañeros, así que me he sentido cómodo en ese rol que comentas. Es cierto que, desempeñándolo, tienes que asumir ciertos riesgos, porque juntas a mucha gente por dentro y debes seleccionar muy bien según qué tipo de pases. Pero repito que me siento cómodo jugando ese papel.