¿Cuándo regresará Mikel Oyarzabal a los terrenos de juego? El esperado momento parece cercano, aunque conviene aguardar con paciencia para ponerle una fecha concreta. Cualquier precaución es poca en la gestión de un futbolista tan importante, quien no participó en la sesión colectiva de este miércoles (tampoco lo hicieron Aihen, Barrenetxea y Sadiq). Además, la Real Sociedad viene acreditando una fuerza colectiva que trasciende a las individualidades. La cohesión del grupo queda avalada por iniciativas como la ejecutada por la plantilla juntándose para comer en el restaurante Ruta 33 de Alegia. Y se ve refrendada por las estadísticas acumuladas durante la ausencia por lesión del 10.

Media europea en Liga

Cuando Mikel Oyarzabal se rompió el ligamento cruzado a mediados de marzo, la Real se hallaba inmersa ya en la recta final de la pasada Liga. Restaban diez jornadas por disputarse y el equipo era sexto, a cuatro puntos de la Champions, con dos de renta respecto al séptimo (Villarreal) y siete sobre el octavo (Athletic). Pese a la baja de uno de sus grandes referentes, los txuri-urdin ganaron cuatro encuentros más, empataron otros tres y, sumando quince puntos de 30 posibles, certificaron el billete europeo. A dichas cifras en el campeonato cabe añadir las de las catorce jornadas celebradas hasta la fecha durante el presente curso, en el que la escuadra de Imanol marcha tercera. La estadística global habla de 41 puntos obtenidos en los 24 encuentros que se ha perdido el eibartarra, guarismo que, proyectado a una Liga entera, situaría a la Real con 64,9. Es decir, en puestos continentales con total seguridad.

Liderato continental

Cuando cayó Oyarzabal, la Real se mentalizó también de que, en caso de obtener una plaza europea, debería jugar la fase de grupos 2022-23 sin el concurso del eibartarra. Y esta es precisamente la segunda gran papeleta que el equipo ha sabido solventar. Sin el propio Oyarzabal y sin otros futbolistas que se han ido lesionando por el camino, el conjunto txuri-urdin espera tranquilamente a conocer su rival en los octavos de final de la Europa League, una vez certificada la primera posición de una liguilla compartida con todo un Manchester United. Si el 10 blanquiazul se dañó la rodilla apenas unas semanas después del duro 1-3 contra el RB Leipzig, sus compañeros han podido regalarle una nueva oportunidad en forma de clasificación por la puerta grande. Si no median problemas en la puesta a punto definitiva del atacante, todo apunta a que este afrontará en plenas condiciones la importante eliminatoria del mes de marzo.

Números globales

Está por ver aún si Oyarzabal puede jugar el próximo 21 de diciembre en Coria. En cualquier caso, y sumando a la ecuación la ronda previa de Copa contra el Cazalegas, las cifras definitivas (o casi) de la baja del atacante hablan de una prueba plenamente superada por parte del resto del equipo. En total, ha disputado hasta la fecha 31 encuentros oficiales tras la lesión, ganando 18, empatando cinco y perdiendo solo ocho. Los 44 goles marcados, por 28 encajados, han contribuido a completar un balance general cuyo signo no variará incluso si nos ponemos en lo peor: que Oyarzabal tarde aún unos partidos adicionales en volver y que dichos encuentros no se saquen adelante. La dolencia del 10 encendió las luces de alarma en la pasada primavera, pero Imanol relativizó su fuerza desde un primer momento: “Esto no cambia nada. Sabemos quién es Mikel, pero ya no está con nosotros. Como digo otras veces, hay más futbolistas en la plantilla. Oyarzabal hace muchas cosas. Ahora las tendrán que hacer otros”, dijo tras el percance. Y el tiempo le ha dado la razón. 

EL 4-4-2 EN ROMBO, SOLUCIÓN A UN PROBLEMA QUE DESAPARECE

Una de las principales consecuencias que la baja de Oyarzabal ha tenido en la Real ha residido en el cambio de esquema que Imanol promovió en el tercer partido sin el eibartarra. Justo tras la lesión, apostó en el Sánchez-Pizjuán por un 4-3-3 con Januzaj y Portu en las bandas. En el siguiente duelo, en casa contra el Espanyol, Isak ejerció de extremo zurdo, escorado al ala izquierda. Y después, en el campo del Elche, el técnico oriotarra introdujo ya ese 4-4-2 de medular en rombo que llegó para quedarse hasta la actualidad.

El encaje del eibartarra en este último dibujo se antoja evidente. Puede moverse tanto en la doble punta como en el vértice superior del propio rombo, en el puesto habitual de Silva. Pero la próxima reaparición del 10 debe valorarse también dentro de un contexto general en el que el entrenador apunta a recuperar también a Momo Cho y a, más a medio plazo, Ander Barrenetxea. Si a esto le unimos que futbolistas como Kubo, Brais o incluso Carlos Fernández pueden igualmente partir desde las bandas, el recurso del 4-3-3, ya utilizado por Alguacil durante el primer tramo del curso, puede ganar en frecuencia de cara a la segunda parte de la temporada