La Real Sociedad se impuso este jueves al Sheriff Tiraspol (0-2) en partido correspondiente a la fase de grupos de la Europa League. El cuadro moldavo opuso a los txuri-urdin un sistema defensivo basado en persecuciones y marcajes individuales que Imanol Alguacil trató de burlar desde la paciencia, la amplitud y la movilidad de sus hombres. Este es el análisis táctico del encuentro.

EL PRECEDENTE. El Manchester United jugó en Chisinau con su 4-2-3-1 o 4-3-3 (según alturas). Y el Sheriff le defendió así: extremos y laterales fijados fuera, centrales fijados por Cristiano e inferioridad (zona naranja) cinco para cuatro dentro, con el punta a cargo de Lisandro-Varane (salida fácil).

Esta captura ilustra perfectamente la situación. El sistema de marcas individuales del Sheriff emparejaba al mediapunta Atiemwen con McTominay (y a los extremos con los laterales). Varane-Lisandro salían limpios en conducción, dividían y forzaban el salto de algún centrocampista.

ANTE LA REAL. El Sheriff adaptó el mismo planteamiento al 4-4-2 txuri-urdin: solo necesitaba un hombre por banda, replicó el rombo de Imanol para los emparejamientos interiores, restó a la zaga el hombre que añadió a la medular y mantuvo el uno contra dos ante centrales.

La Real lo tuvo claro desde el principio. El Sheriff basaba su sistema defensivo en las persecuciones: cada rival acudía a donde iba su par. Así que Imanol apostó por agitar el árbol con una movilidad extrema de sus futbolistas. Costó reconocer el teórico dibujo blanquiazul.

La situación de la captura previa viene derivada de una maniobra últimamente habitual en la Real, mediante la que pasa a dibujar un 3-4-3: Rico es tercer central y Sola extremo, y se mantiene el rombo. Dentro de la estructura, ayer hubo muchas permutas (movilidad indispensable).

No terminó de funcionar la situación. El sistema de marcas individuales del Sheriff implicó que Pernambuco viniera alto a por Rico, mientras Vizeu se centró en tapar a Pacheco. La salida, casi siempre a través de Aritz, era bastante previsible para el rival.

Aunque sí se generó peligro aprovechando el gran punto débil que el 3-4-3 txuri-urdin generaba en las marcas individuales del Sheriff: obligaba a un delantero como Akanbi a cerrar a Sola en posición de lateral izquierdo.

Y por la zona cayó también Sorloth, con su teórico compañero en la doble punta del 4-4-2, Kubo, moviéndose en mayor medida por la izquierda.

LA SOLUCIÓN. La clave estuvo en la amplitud. Desde la mencionada movilidad, había que estirar al Sheriff. Imanol demostró ser consciente de ello: incluso en fases de 3-4-3 con Sola proyectado a extremo, escoró a algún centrocampista para 'limpiar' las zonas interiores.

Pero la vuelta de tuerca definitiva para acercarse al gol llegó cuando la Real pasó a salir con cuatro atrás (laterales bajos) y situó de forma casi permanente a dos hombres en banda (al menos en el lado fuerte): a Sola-Rico se les unía fuera su interior (Brais o Merino).

El equipo agradeció mostrarse más imprevisible en el inicio de sus ataques. Con Aritz-Pacheco compartiendo carriles centrales, cualquiera de ambos podía salir en conducción.

Y, a partir de este matizado reparto de los espacios para ensanchar al rival, entró en juego otra de las claves, la movilidad de medios y atacantes. Así llegó el 0-1: dos hombres en banda. Silva es 'lateral' y Rico extremo. Kubo flota en la mediapunta. Ruptura a banda de Sorloth. Gol.

Aquí tenemos el origen del gol en captura real. Nada que ver las posiciones de los txuri-urdin con su teórico dibujo, ni con los lugares que ocupan los jugadores al final de la acción cuando remata SIlva, 'lateral' de partida.

Repetimos la receta expuesta al inicio del análisis. Paciencia: poco a poco las marcas al hombre del Sheriff iban a ir aflojándose. Movilidad: propiciar persecuciones más largas debía acelerar la fatiga rival y crear espacios. Amplitud: cuanto más ancho y grande se hiciera el campo, mejor. Costó abrir la lata, pero el paso del tiempo fue beneficiando a una Real agresiva en la presión tras pérdida (robos y faltas para cortar contras) y que además se las arregló para contrarrestar los envíos largos del portero rival. Imagen: es Aritz quien va a la disputa y Guevara corrige.

Buena victoria de la Real. Su plan, con las herramientas disponibles, fue coherente con las necesidades del partido. Imanol utilizó a jugadores interiores para terminar abriendo el campo. ¿Era la opción más natural? Lo cierto es que las lesiones suponen una limitación a la hora preparar los partidos. El contexto podía haber llevado al míster a replicar la apuesta del Manchester United en Chisinau y recuperar el sistema 4-3-3. Pero, sin Cho, Oyarzabal ni Barrene, esto parece menos factible. Poco extremo en la convocatoria.

Un punto en el próximo partido significaría la clasificación matemática para las eliminatorias. Y, ganando al Sheriff en casa, la Real se asegurará ya que le valga el empate ante el United en la última jornada para terminar primera, haga lo que haga en Nicosia. ¿El average general? Entró ahí en juego una cuestión de gestión de esfuerzos y de la temporada en lo global: con 0-2 y ante diez se optó por "descansar" de cara al domingo. Pero, si el United te gana por un gol en Anoeta, el liderato puede pasar por los goles que le hayas hecho a Sheriff y Omonia.