“Quiero que el Manchester United pierda cada partido que juegue, da lo mismo la competición que sea”. Son las palabras del inolvidable John Aldridge refiriéndose al rival al que se enfrentará su querida Real este jueves en el mítico Old Trafford. Su pasado red, no hay que olvidarlo, hace que su deseo sea todavía más firme: “Quiero y deseo que gane la Real”.

La confianza es total. “Claro que la Real puede ganar en Old Trafford”, se sincera, siendo consciente también de la mejoría que ha experimentado el Manchester United en el último mes de competición. Erik Ten Hag ha dado con la tecla para desazón del que fuera jugador de la Real durante dos temporadas. “El Manchester United, después de la victoria ante el Liverpool, se le nota rejuvenecido, parece mejor equipo”, asegura. “Tiene más confianza y será más complicado que hace un mes”, advierte. Pese a todo, confía en el buen hacer del equipo entrenado por Imanol Alguacil. “Es más difícil que hace un mes, pero desde luego que es posible. Si juegan bien, pueden hacerlo”, considera el exfutbolista, que no se olvida de otro factor muy a tener en cuenta: “También necesitarán un poco de suerte”.

El Manchester United ha sufrido un lavado de cara. La llegada de Casemiro, procedente del Real Madrid, y de Antony, del Ajax, han ayudado sobremanera. Los jugadores han recuperado la confianza de la mano de Ten Hag. Aldridge no se corta cuando afirma que “hace un mes eran una mierda”. Su amado Liverpool sirvió de medicina porque “después de jugar contra nosotros, que no hemos arrancado el campeonato de la mejor manera y se aprovecharon de ello, ese triunfo les ha dado alas para ir hacia arriba. Han ganado confianza”, se sincera.

Desde la distancia, como no podía ser de otra manera, sigue la actualidad de la Real. “No he visto muchos partidos, tengo que reconocerlo, pero sigo los resultados por la prensa. Es un equipo al que aprecio mucho y a sus seguidores también”, confiesa. Conoce, eso sí, la millonada que ha pagado el Newcastle por Alexander Isak. “Es un delantero excepcional y creo que la Real lo va a echar de menos. Marcó un gran gol el día de su debut. Lo vi por la tele”, reconoce el exinternacional irlandés, que elogia, por otra parte, la contratación de Sadiq Umar, “otro delantero que tiene muy buena pinta”. Aldridge no escapa del dineral que se ha gastado el fútbol inglés en este mercado de verano. No entiende este derroche. “Lo que está ocurriendo en los clubes ingleses es una locura. Después del covid no es correcto lo que están haciendo. Es horrible. Hay tanto dinero disponible que se lo pueden gastar”, se resigna el ex de la Real.

Hace más de 30 años que John Aldridge se marchó de la Real, pero lo recuerda como si fuera ayer. No ha olvidado que fue capaz de marcarle hasta ocho goles al Barça. De hecho, dos de ellos, sus últimos como blanquiazul, sirvieron para lograr aquella histórica victoria de un 18 de mayo de 1991. Desde entonces la Real no ha vuelto a ganar en el Camp Nou. “Tengo muy buenos recuerdos. Fueron dos temporadas maravillosas en los que conseguimos ganar a grandes equipos como Real Madrid en el Santiago Bernabéu y al Barcelona en el Camp Nou. Fue maravilloso ganar esos dos partidos”, confirma John Aldridge, que en las dos temporadas que defendió la zamarra blanquiazul se ganó el respeto y el corazón de la hinchada realzale. De hecho, le hubiera gustado continuar. “Tengo un arrepentimiento en mi carrera futbolistica y es no haber continuado en la Real, pero mi familia estaba en primer lugar y decidí volver”, recuerda con nostalgia. “Amo el tiempo que pasé en la Real”, reitera. Se impregnó del sentimiento blanquiazul de la mejor de las maneras. Nadie se lo tuvo que explicar. Por eso le hacía especial ilusión marcarle al Real Madrid: “Hacer eso fue una manera de pagar por el gran respeto y apoyo que los aficionados siempre profesaron hacia mi persona”.

Tuvo la oportunidad de volver hace siete años a Donostia. La Real le brindó un bonito homenaje y la afición de la Real le dedicó una sonora ovación cuando apareció por el verde de un Anoeta todavía con pistas. “Fue fantástico. Me alucinó el respeto y el cariño que me tiene Donosti. Fue muy emocionante para mí”, se sincera el exfutbolista, que está planeando volver a la capital guipuzcoana y ver un partido con su hijo y su nieto: “Ahí estaré a principios del año que viene”, asegura el inolvidable Aldridge.