Hay principio de acuerdo. El Almería y la Real Sociedad han cerrado el fichaje de Umar Sadiq, incorporación que rondará unos 20 millones fijos más ocho variables. El club realista ha tomado finalmente la decisión de hacer un fuerte desembolso para reforzar la delantera después de la venta de Isak por 70 millones de euros. Roberto Olabe y Erik Bretos se han desplazado a primera hora de la mañana hasta Madrid para afrontar distintas negociaciones que tenían abiertas, como la del delantero nigeriano, que era uno de los más codiciados de la Liga. También se ha entablado una conversación con Álvaro Odriozola, cuya llegada a día de hoy parece complicada al contar con varios equipos muy interesados, como el Inter de Milán, la Fiorentina o incluso alguno de la Premier, y ser una opción cara para la Real, que incluso podría esperar a que finalice contrato en 2024 para que llegue libre. Al parecer, el Madrid prefiere un traspaso a una cesión y, como venimos informando, no se puede descartar ninguna posibilidad antes del cierre de este mercado (actualización del 31 de agosto a las 11:04 horas: el Almería rompe el acuerdo por Sadiq).

Aunque desde Almería apuntaban la posibilidad de que el precio fuera de 30 millones, se trata de una cantidad desproporcionada a la que en ningún caso parecía acercarse la Real. Todo parece indicar que después de muchas horas de reuniones con los representantes de la entidad andaluza y una agencia que ejerce de intermediaria, el principio de acuerdo que se ha cerrado rondará los 20 millones de euros, más 8 en variables, según ha informado Marco Antonio Sande en la Cadena Cope. Se va a convertir por lo tanto en el fichaje más caro de la historia txuri-urdin, al superar los 17 millones que se invirtió en la vuelta de Illarramendi, y va a firmar un contrato de cinco temporadas.

Sadiq es un punta de 25 años, muy corpulento ya que mide 191 centímetros, quizá menos coordinado que Isak, pero aparentemente con más gol, algo que deberá demostrar en la elite ya que con el Almería solo ha competido en Segunda. Hasta la fecha ha sido un trotamundos del fútbol que ha pasado por el Spezia, la Roma, el Bolonia, el Torino, el Breda, el Rangers, el Perugia y el Partizan antes de recalar en la capital andaluza previo pago de nueve millones de euros. Es por esto que los rojiblancos tenían muy claro que no podían malvender a su estrella, que fue decisivo en su ascenso con 18 goles y doce asistencias.

La Real le seguía la pista muy de cerca en los últimos meses, ya que incluso Roberto Olabe se desplazó hasta Nigeria para verle en acción en un partido de máxima presión con su selección. Se trata de un futbolista con cosas parecidas a Isak, aunque habrá que ver cómo encaja en el planteamiento de Imanol, ya que tampoco es un 9 que se caracterice por su capacidad de presión y es bastante individualista y anárquico. Un jugador de esos que cuando recibe el balón siempre parece que va a suceder algo, desde un gol de portada, hasta un tropezón más propio de Julio Salinas. En tres partidos en Primera ha metido dos goles y el sábado volvió loca a la zaga de todo un Sevilla...

Lo cierto es que la Real se lleva al hombre del cierre del mercado. No había mucho consenso en la dirección deportiva sobre la idoneidad de afrontar ahora, cuando todos los clubes le están esperando con el conocimiento de que acaban de ingresar 70 millones por la venta de su referente ofensivo y había muchas opciones de comprar por encima del precio de tasación, pero finalmente se ha mostrado muy ambiciosa y no ha escatimado en gastos para apuntalar la plantilla con un refuerzo prometedor e ilusionante que cierra un equipo de ensueño. No hay que olvidar que el conjunto de Imanol se juega antes del mercado de invierno su futuro europeo y situarse en el vagón de los mejores en la Liga, por cuarto año consecutivo. Parecía muy arriesgado jugársela con Sorloth, que era el suplente habitual de Isak el curso pasado, Carlos Fernández, que desgraciadamente no es fiable a día de hoy, y Jon Karrikaburu, que llama con fuerza a la puerta. El entorno del navarro tiene muy claro que si llegaba otro delantero debería salir para jugar en Segunda, ya que con tres puntas en el primer equipo sus opciones de tener minutos y de estar a caballo entre el filial y el conjunto de Imanol se reducen. El Racing, el Mirandés y el Burgos, entre otros, han pedido su cesión para este curso y siguen de cerca lo que acontece en la casa txuri-urdin, aunque siempre se han encontrado con la negativa tajante de Olabe cuando han insistido con su planteamiento. Habrá que ver lo que sucede en las últimas horas de mercado con la nueva joya de Zubieta.

La Real se queda sin fichas, en el hipotético caso de que Turrientes y Robert Navarro recuperen los dorsales que les prometieron por lo que no vendrá otro portero ni se forzará con la exigente y costosa vía Odriozola, ya que tendrían que dar de baja a un jugador. Muchos han señalado a Ander Guevara, que no acabó bien el año y parece contar a día de hoy con pocas oportunidades al estar por delante Zubimendi e Illarramendi. Como reconoció a este periódico en una entrevista en la que analizaba su situación con entereza y máximo respeto a sus compañeros, nadie del club le ha invitado a salir, algo que tampoco ha sucedido en las últimas semanas pese a que empiezan a faltar fichas para tantas posibles contrataciones. Otro tema muy distinto es que le llegue una oferta que le seduzca deportivamente y se lo replantee, algo que todavía no ha sucedido: “Si viera que este año no puedo tener opciones, pensaríamos en una alternativa porque soy futbolista y lo que quiero es jugar”. Por ahora su prioridad sigue siendo recuperar la total confianza de Imanol.

Con Sadiq son cinco los refuerzos que ha incorporado la Real en el verano de mayor inversión de toda su historia. Ahora sí que el análisis sobre si cuenta con mejor equipo que el curso pasado comenzará a decantarse a favor del nuevo proyecto, siempre sobre el papel por lo que habrá que demostrarlo. Anoeta espera a un nuevo jugador que tiene muchas opciones de convertirse en uno de sus grandes ídolos... Seguro que no deja indiferente a nadie.