Alexander Sorloth ya es uno más en Zubieta. El noruego llegó a primera hora de la mañana a las instalaciones donde fue saludando con mucho cariño a sus compañeros, tanto los que estaban como los nuevos y canteranos, además del cuerpo técnico y médico y demás trabajadores del club y se puso a las órdenes de Imanol Alguacil. La complicidad y la alegría que demostraron tanto el entrenador como el jugador confirmaron que estaban como locos por reencontrarse esta misma campaña tras el gran último tercio de Liga que protagonizó el curso pasado.

Como suele ser habitual, el punta pasó por el habitual pasillo que hace los jugadores. Lo hizo despacio y entre risas, como tomando buena nota de los que golpeaban con mayor saña. Fue graciosa la imagen, porque ni se agachó y lo cruzó con la cabeza por encima de sus compañeros, dada su espectacular envergadura.

El delantero, que vuelve llegar cedido por el Leipzig, ha completado una dura pretemporada a las órdenes de Domenico Tedesco, por lo que su nivel físico es óptimo y no está descartado para el duelo frente al Atlético, al que ya le marcó dos goles el curso pasado, uno en el Wanda y otro en la Copa en la Liga.