Martín Merquelanz no consigue superar su calvario con las lesiones. El rayista ha reconocido en Radio Marca que todavía sigue con molestias, lo que le impide entrenarse con normalidad: “Me dijeron que la recuperación iba a ser para cuatro o meses, pero va a ir para más largo. A día de hoy me molesta a diario y no veo el final". Con sus declaraciones, el canterano confirma la noticia publicada por este periódico el pasado 28 de enero en la que se informaba sobre la creciente preocupación por el estado de las rodillas de Nacho Monreal y de Merquelanz. Casi dos meses después, ninguno de los dos ha reaparecido ni, desgraciadamente, parece cerca de hacerlo.

El irundarra no ocultó que estaba inquieto: “En este tipo de lesiones de cartílago hay más incertidumbre que otra cosa. Tuve una fractura de cartílago y me quitaron un cacho de menisco. Hay mucha incertidumbre en la recuperación. Mikel Sánchez ya me advirtió de que de las lesiones que he tenido de rodilla esta era la peor. No tenemos ninguna duda con él. Me he operado las dos anteriores con él y me fue genial. Si no es el mejor es de los mejores. Los plazos que me dieron en principio fueron entre cuatro y seis meses, pero luego cada recuperación es un mundo y nadie te puede decir”.

Su día a día es una rutina para fortalecer la zona y poder recuperar la ansiada normalidad: “Voy pronto por la mañana a la ciudad deportiva y desde primera hora me pongo con el preparador físico, organizamos la sesión pero sobre todo trabajo tren inferior, algo de correr, tren superior... Intentamos trabajar todo lo que pueda sin molestias. Puede ser porque con este tipo de lesiones te centras más en fortalecer todo lo que engloba la rodilla y coges unas rutinas que acabas haciendo a diario. Yo antes de romperme el cruzado no las hacía y eso te ayuda a estar más fuerte muscularmente y te ayuda en el campo”.

Merquelanz pidió permiso al Rayo para pasar los primeros meses de recuperación en Zubieta: “Desde que me operé hasta enero estuve en Zubieta y luego ya volví a Madrid. Son situaciones y momentos que te tocan. Tras la operación los primeros meses de recuperación los hice en Donostia, estaba encantado, con mi gente. Luego cuando vine también, vuelvo con mis compañeros del Rayo, que son una maravilla, la afición, los trabajadores, nos dieron la opción de viajar a la vuelta de la semifinal de Sevilla a todos y son experiencias que suman”.

Lo malo es estos contratiempos es el palo psicológico: “Para mí y para cualquiera es una gran putada pero me sabe peor casi por mi gente cercana que por mí. Cuando se enteran o les doy la noticia me sabe peor verles a ellos que lo que me toca a mí. Perdemos el tiempo cuando se da una lesión de estas. Es un momento duro pero se pierde el tiempo cuando empezamos a lamentarnos, a pensar por qué a mí… Es algo que ya ha pasado y la única opción que tienes es la de recuperarte y trabajar duro para volver. Intento mirarlo de la mejor manera posible dentro de todo lo malo. Por suerte cuando salgo al campo no me paro a pensar en si me vuelve a pasar. Si te tiene que pasar te va a pasar. Salgo con ganas de hacer cosas en campo, de avanzar y encontrarme con sensaciones buenas”.

Su esperanza es que ya logró volver y a alcanzar un extraordinario nivel cedido en el Mirandés: “Una situación así me pasó cuando salí cedido al Mirandés. Tenía de dos cruzados, la Real tendría dudas y hasta yo las tenía de hasta qué punto iba a ser capaz de rendir en lo futbolístico. Ese año las cosas me salieron, me encontré muy bien no noté ninguna molestia y me fue bien. Pude recuperar y dar un nivel muy alto”. A pesar de todo, no oculta su inquietud: “Miedo no tengo, siempre hay incertidumbre con este tipo de lesiones. Pero miedo ninguno”.

Ahora el que le ha tocado sufrir la misma situación es a Oyarzabal: “Hablé poco con él porque no quise agobiarle. Le mandé un mensaje, me respondió y ayer hablamos un par de minutos por teléfono”. Tampoco se olvida de Guridi, su amigo y compañero de fatigas en Miranda: “Él es una persona muy tranquila, muy calmada, muy pausada y un muy buen tío, Lógicamente querrá tener más minutos pero es un chaval que en el día a día se lo trabaja mucho y entrena dándolo todo para que el míster pueda contar con él y darle minutos. Es un animal”.

De su cabeza no desaparece su aspiración de triunfar con la txuri-urdin: “Tengo contrato hasta 2025 con la Real y mi objetivo es volver y triunfar allí. No me paro a planteármelo. Pienso en recuperarme bien para poder estar bien y poder intentar ganarme minutos en la Real. Son situaciones que dependerán del club, del entrenador… Yo mi sueño es triunfar en la Real, pero no he tenido problema cuando se ha dado de salir cedido para seguir creciendo fuera del club”. El canterano sigue los partidos de los realistas: “Siempre que puedo veo los partidos y no me sorprende porque sé el nivel que tiene esa plantilla, los jugadorazos con los que cuenta. Pasaron un bache pero confío mucho en el equipo que tienen y que van a lograr el objetivo”.