La excelente temporada de Álex Remiro no puede esconder que algo se está haciendo mal en Zubieta en cuestión de porteros. El navarro llegó libre procedente del Athletic en 2019 y esta campaña se está consagrando definitivamente. Hasta la fecha es el arquero que más porterías a cero lleva en Liga, con 16, y su rendimiento sigue en pleno crecimiento hasta el punto de que no son pocos los que consideran que merece una llamada de la absoluta. Uno de ellos Miguel Ángel Moyá, que ayer declaró que en el Tercer Tiempo de Movistar: "Me llama la atención que no haya ido convocado por ejemplo Álex Remiro, un campeón de la Copa del Rey, el portero con más porterías a cero de la Liga y parte de Europa, que lleva una temporada a un grandísimo nivel y sentó a un compañero hace dos temporadas y media, que eso es muy difícil. Que este portero todavía no tenga una llamada para que le vean en contexto de selección me llama la atención". Al balear le ha sustituido un Matt Ryan que ha demostrado con creces que se trata de un buen meta, aunque no le ha dado para desbancar de la titularidad a Remiro. En líneas generales se puede decir que el club ha acertado en el mercado y que la meta del primer equipo.

Otra cuestión muy distinta es la cantera. Como referencia no hay que olvidar que tanto Jokin Aperribay como Roberto Olabe eran porteros. Muchas veces han reconocido que su obsesión es sacar de Zubieta un guardameta de primer nivel, en lo que se está convirtiendo en el eslabón perdido de la prolífica cantera txuri-urdin, que continúa produciendo jugadores para todos los demás puestos. El último que tuvo nivel para la elite fue un Asier Riesgo, al que luego no le trajeron de vuelta en una de las jugarretas más sonrojantes en la historia del club cuando estaba todo hecho. El debarra abandonó Anoeta en 2010 y son ya doce años sin resultados destacables en la cantera. Incluso Luis Llopis se marchó con la pequeña frustración de no haber podido formar al portero del futuro, como era su gran ilusión.

Pero lo peor no es eso. Cuesta mucho entender que el portero de la selección sub'21 sea Julen Aguirrezabala (21 años), de Errenteria, y el de la sub'19, Alex Padilla (18 años), de Zarautz, y que ambos militen en el Athletic después de haberse formado en clubes convenidos con la Real y de haber trabajado en Zubieta. El primero, que defendía la camiseta del Antiguoko, fue varias veces a entrenar con la Real como externo, pero los técnicos txuri-urdin no se decidían a ficharle y finalmente optó por recalar en Lezama. Muchos dicen que incluso es el preferido de Marcelino, que le ha hecho jugar esta campaña en la Copa sentando al titular de la selección absoluta, Unai Simón. De Padilla se sabe menos, pero según su entorno, la Real desechó su incorporación (al parecer, tras entrenar en Zubieta alguna vez, apareció tarde y mal, con poca convicción) por la que sí pujaron Athletic y Villarreal. Cuenta con la doble nacionalidad mexicana por su madre, aunque por ahora prefiera jugar con España y tras recalar en 2019 en la cantera rojiblanca, actualmente milita en el Baskonia, filial del Athletic, que se encuentra en Tercera División. En Lezama destacan que maneja condiciones remarcables por su altura, versatilidad y golpeo con ambas piernas. Tiene un imponente físico (1'88), es ágil bajo palos y su desplazamiento de balón, vital en el fútbol moderno con defensas adelantadas y presión en bloque alto, es muy bueno.

Llegados a este punto en una tierra de porteros como es Gipuzkoa, resulta muy complicado aceptar y comprender cómo se les han escapado de sus propias redes dos proyectos de porteros que tienen toda la pinta de que van a alcanzar la elite, algo habitual en los futbolistas internacionales sub'19 y sub'21, sobre todo en un puesto tan específico. Lo peor es que los porteros de Zubieta siguen estando lejos de ser de Primera. Andoni Zubiaurre (25 años) está protagonizando una gran campaña en el filial, por lo que habrá que ver qué intenciones tiene con él la dirección deportiva dada su edad. Gaizka Ayesa (20 años), que ha ido convocado por la sub'21 este año, no ha dado el paso adelante que exigía la Segunda y Unai Marrero (20 años), que suele entrenar a las órdenes de Imanol, se postula como el que más ilusiones genera ahora entre los técnicos. Por detrás todavía queda mucho trabajo para encontrar el meta tan deseado...