as bromas, si es que alguna vez las hubo, se acabaron. Robin Le Normand, al fin, pudo gritar gol. Era lo único que le faltaba en una temporada, personalmente hablando, para enmarcar. Solo tuvo que esperar ocho minutos para sacarse una espina que llevaba queriéndose quitar mucho tiempo. En varias ocasiones en el presente campeonato, el bretón había estado cerca, pero no había podido estrenarse. Sin embargo, ayer, en la primera que tuvo, el balón acabó dentro de la portería defendida por Peter Gulacsi. Un balón centrado desde la izquierda por Rico, después de una bonita dejada de tacón de Portu, le llegó a Le Normand, que se revolvió de la mejor de las maneras para, con la derecha y con la ayuda de Simakan, batir la portería defendida por el portero húngaro del equipo alemán.

Terminado el partido ante el Granada, Le Normand fue el futbolista de la Real que compareció ante los medios de comunicación. El bretón ofreció sus impresiones sobre la necesaria victoria conseguida ante el conjunto nazarí y también sobre su buen hacer en el presente campeonato. El futbolista agradeció la confianza que ha depositado en él Imanol Alguacil. No hay que olvidar que es, de largo, el futbolista con más minutos a sus espaldas. Solo lamentaba una cuestión y era que todavía no había sido capaz de estrenar su casillero goleador. Y eso que había tenido oportunidades muy claras. La última, la que tuvo en el encuentro frente al Getafe. Con todo a favor, y dentro del área, remató, pero ahí emergió la figura de David Soria para, con su mano, enviar el balón al larguero. Le Normand no se creía la oportunidad que había fallado.

Preguntado en dicha rueda de prensa por si estaba aguantando muchas bromas en el vestuario por el hecho de no haber marcado aún, Le Normand zanjó el debate de inmediato. "En el vestuario no me hacen bromas porque a mí no me hace gracia", se sinceró. Era un tema, el de no marcar, que le estaba trayendo por la calle de la amargura. "Tengo que rematar mejor", llegó a decir el defensa de la Real, que ayer sí acertó. Lo hizo en el mejor momento posible, abriendo la lata. Son pocos los goles que marca el defensor blanquiazul, pero sirven para que su equipo comience ganando.

Sucedió las dos veces que había visto puerta hasta el día de ayer. Fue en la temporada 2019/20. Abrió el camino de la goleada en Copa frente al Becerril (0-8) e hizo lo propio ante el Eibar (4-1). Ayer la Real no ganó, pero sumó un empate muy importante ante un rival que le puso las cosas complicadas. También ahí, cuando más apretaba el Leipzig en el tramo final del partido, apareció la figura de Le Normand, despejando balones dentro del área, demostrando su buen hacer en tareas defensivas, algo que le han convertido en indispensable para Imanol Alguacil.