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A por ellos

A por ellos de Mikel Recalde: Nos deben una

A por ellos de Mikel Recalde: Nos deben unaFoto: R. Plaza

uelen decir que "lo curioso de tener un supuesto éxito es que detrás de él hay un cierto vacío horrible". Tras la tempestad, viene la calma. Y tras el fracaso por una ilusión que te generan unas expectativas fuera de lo común, el vacío. Gipuzkoa amaneció triste, apagada. En un día gris, como si nuestra paleta hubiese perdido todos los colores vivos. Lo peor de todo es que la mayoría pensábamos que íbamos a vivir una dulce resaca después de haber paladeado la víspera el aroma de una buena Copa. Todo salió mal. ¿Por qué? Qué hemos hecho nosotros para merecer esto...

He querido dejar pasar unas horas para volver a escribir, porque no es fácil sobreponerse a un disgusto tan duro e inesperado. Como manifesté en las horas previas, yo sinceramente era de los que creía que la Real cuenta con mejor equipo que el Betis y que sus jugadores también son superiores a los verdiblancos. Cuando te demuestran lo contrario en la noche D, la más importante de la temporada con diferencia porque el duelo se disputaba en Anoeta y por todo lo que quedaba por venir, que era realmente emocionante y fascinante, lo normal es ponerte a cuestionar todo y temer que la campaña no va a ser tan buena como parecía. Nuestra frustración es grande, porque pretendíamos volver a experimentar las mismas sensaciones que cuando el año pasado conquistamos el título de Copa. Ya lo saben, el de para siempre.

La versión optimista de mi primera frase dice que "el vacío, que conceptualmente se puede confundir con la pura nada, es de hecho el depósito de infinitas posibilidades". Y pretendo asimilar que es realmente así. Que un clavo saca otro clavo y que esto es solo fútbol, como me ha repetido en muchas ocasiones mi gente más cercana para consolarme. Ahora incluso han ido más allá, y como son conscientes de que en ese sentido ya no tienen nada que hacer conmigo al predicar desde la niñez la religión Bill Shankly y su mandamiento "algunos creen que el fútbol es solo una cuestión de vida o muerte, pero es algo mucho más importante que eso", han pasado a una terapia menos agresiva, con el manido "la vida y el fútbol son así. Unas veces se gana y otras se pierde, y en lo que respecta a este deporte, es mucho más normal perder que ganar". Lo importante es la actitud con la que afrontas las dos circunstancias. En la victoria todos fuimos felices y, creo yo al menos, la Real demostró saber digerirla y asumirla con nota. Ahora toca descubrir cómo reacciona tras una derrota sonada en una noche en la que no podía dejar escapar una oportunidad histórica. Otra más para el equipo de Imanol que, inesperadamente, se vino abajo.

Fue un día para olvidar. Empezando por el ambiente que se vivió en los minutos previos al encuentro. No se puede comprender la insistencia del club en organizar otras actividades para amenizar la espera. Con todo el respeto a los músicos, que no tienen culpa de nada, cuando la Real va a afrontar un partido a vida o muerte en su campo, con su gente, lo único que queremos es escuchar el sonido del fútbol. Los cánticos de la Zabaleta que en citas así acaban contagiando a todo el estadio. Queremos que resuenen sin parar las palmas y el "otra vez en Europa van a ver a la Real", antes de tener que tragarnos el inmortal The Final Countdown de Europe que simplemente no nos transmite nada en ese momento. Si nos apetece música, vamos a un concierto. El jueves solo queríamos estar al lado de nuestro equipo, conscientes de que íbamos a sufrir como perros (tanto quizá no) y no estábamos para gaitas. A quien corresponda.

Después está el tema del árbitro que, como todos conocemos, no es baladí. Sobre todo con la Real, a la que le ponen demasiadas inesperadas piedras por el camino y le cortan las alas. Como dijo en otro sermón Shankly, "los árbitros conocen las reglas, pero no el juego". En lo que respecta al fuera de juego, jugada que creíamos solucionada tras la aparición del VAR al más puro ojo del halcón del tenis, hemos pasado del "dejen seguir en caso de duda", a anular una jugada por una supuesta uña más adelantada. Eso es ir simplemente contra el espíritu de la regla y del propio juego, porque en el fútbol no hay nada más bonito e importante que el gol. Estar, insisto, una uña por delante no es encontrarse en fuera de juego ni te permite beneficiarte de la jugada porque tienes un rival exactamente a tu misma altura. Comenté en su día que jamás iba a poner en duda las rayas que trazan las retransmisiones televisivas porque si abrimos ese melón nos volveríamos todos locos. Y lo mantengo, pero es que la disculpa de una empresa que no teníamos ni idea de su existencia es para ir a mear y no echar gota. Además de para desconfiar y mucho.

A ver si no me lío mucho, en plan la parte contratante de la primera parte de los Hermanos Marx... Por lo que yo sé, es la primera vez que la empresa contratada del VAR publica una nota explicativa de errores sin que nadie se las pida. Y me pregunto, ¿por qué tardaron tanto tiempo en mostrar la imagen? Según se entiende de la nota explicativa emitida, ¿acaso están reconociendo que su procedimiento es coger una imagen cualquiera sin asegurarse de que la congelan en el momento justo que el pasador toca el balón, y a partir de ahí tirar la línea del fuera de juego? Por lo que argumentan en la misma, luego revisan si la imagen es justo cuando golpea el pasador la pelota (sin entrar a valorar encima que es la que envían a la televisión, que ahí también deberían tener un control, obvio). En el caso de que fuese así, sería una locura de ineficiencia y de tardanza, porque lo lógico es parar la imagen donde el pasador toca el balón y luego ya tirar líneas, ¿no? Otra cuestión es que desde el VAR mandaran la imagen pensando que se veía claramente que era fuera de juego, que probablemente era lo que pretendían, y les salió el tiro por la culata. En resumen, la inesperada justificación acabó convirtiéndose en un desastre y debería ser denunciada hasta las últimas consecuencias por parte de la Real. A ver si volvemos a tener noticias de esta empresa (es de Sony) y de su anunciada investigación. No me creo nada. De todas formas, lo que no nos pase a nosotros...

Hoy en día las redes sociales nos dejan a los periodistas muy expuestos. Nada más acabar el encuentro recibí muchas críticas de seguidores del Betis en Twitter que me achacaban que cómo podía hablar del colegiado si el resultado era inapelable. Al día siguiente, los que se mostraron más molestos fueron los realistas más vehementes a los que en mi crónica se les quedó muy corta la alusión al árbitro y su responsabilidad en la derrota. Probablemente los dos tienen parte de razón. La Real no perdió por el árbitro y se quedó casi sin posibilidad de patalear demasiado por su posterior hundimiento. Pero también lo es que los realistas marcaron un gol legal en su mejor momento y que el partido hubiese sido otro muy distinto con el 1-1 al descanso.

El arbitraje fue sibilino, algo que se repite demasiado en Anoeta con nuestro equipo. Luego para colmo hay que ver cómo despacha de malas maneras a Januzaj camino de los vestuarios en el descanso para luego irse charlando amigablemente con dos béticos antes de echarse unas buenas risas con Joaquín. No tuvo ninguna gracia y en su caso es reincidente. Insisto, la Real no perdió por un arbitraje infame, que nunca perpetraría este mismo colegiado en un Villamarín en ebullición, pero sabemos lo que nos hicieron aquella noche...

"Como seres humanos, no lidiamos bien con el vacío. Debemos llenar cualquier espacio vacío. De forma inmediata". Para ello hay que volver a ganar ya, porque derrotas así alejan de nuestro proyecto a sus mejores jugadores, que no quieren perder ni a las canicas. No me gusta ver tan cabizbajo y triste a Oyarzabal. Me entra miedo. Queda mucha temporada y el mensaje txuri-urdin ha llegado impregnado de la autocrítica que faltó al acabar el duelo: "Os debemos una". Con todo lo que nos han robado, no era el día. Y menos aún para mancillar el impoluto currículum de Imanol en sala de prensa. Toca redimirse. En las buenas voy a estar, en las malas mucho más. Levántate, Real. Siempre contigo. ¡A por ellos!