"Por cómo venía la dinámica, era el partido de cambiarla y dar un paso adelante"

Martín Zubimendi, uno de los afectados por el cambio en el sistema de juego, reconocía la mutación sufrida por el equipo. "Ha sido un partido en el que hemos cambiado cosas, a la hora de presionar y a nivel de juego también", confesó al término del partido. En su opinión, la primera parte fue "una toma de contacto para ver cómo iban encajando las cosas que Imanol nos pedía". Reconocía que existieron "algunos momentos bajos", sobre todo a raíz de balones largos a la espalda de la defensa, pero que "en ningún momento" vio peligrar el partido.

Sí quiso dejar claro que el equipo no precisó "ninguna labor de convencimiento" por parte de Imanol a la hora de exponer esta nueva idea. "Ese convencimiento siempre está, nunca hay desconfianza en nada de lo que nos dice Imanol. Ha sido un partido más, con las variantes que nos ha puesto, pero la confianza es plena en él y dijera lo que dijera, íbamos a ir a por ello", confiesa el centrocampista, que jugó en una demarcación diferente a la habitual. "Parece parecida, pero tiene sus matices", explica. Eso sí, "tampoco la he podido disfrutar del todo, porque no hemos hecho un partido de tener el balón ni de llegar a tres cuartos mucho". Estima que "era parte de lo que nos había dicho Imanol, esa solidez que podíamos dar atrás en el doble pivote tanto Igor como yo". Es cierto, en su opinión, que "podía tener un poco más de libertad, pero tampoco la he disfrutado mucho".

La Real cumplió la máxima ante el PSV de ser fuerte en las dos áreas. "En el fútbol actual tienes que serlo", enfatiza Zubimendi. "Ya puedes jugar muy bien, que si no materializas o eres duro en defensa, es muy perjudicial", afirma un futbolista que quiso darle importancia al hecho de volver a dejar la portería a cero. "En las últimas semanas no lo estábamos consiguiendo, pero una vez más hemos demostrado que somos válidos", remarca Zubimendi que, al final del partido, sentía "alegría y confianza". La victoria es un refrendo. "El equipo sigue dando la cara", confiesa. "Por cómo venía la dinámica, era el partido de cambiarla y dar un paso adelante. Lo hemos hecho y estamos muy contentos", reconoce.

De cara al sorteo de este lunes, no tiene ningún rival en mente. Tampoco le importa tanto la entidad del enemigo que se les ponga enfrente. "El año pasado nos tocó el Manchester United que llegó a la final. Yo lo quería. Lo que uno quiere es probarse con los mejores, vivir experiencias para crecer. Venga quien venga estaremos preparados", advierte el futbolista que echa la vista atrás y reconoce que los del equipo británico la temporada pasada "fue un palo duro". Sostiene que "ese primer partido no demuestra todo lo que podíamos haber hecho en la Europa League. Nos dejó un mal sabor de boca". Espera poder sacarse la espina este año porque "llegamos muy fuertes. Venimos de pasar un grupo muy duro. Caiga quien caiga, a ver si podemos pasar y dar buena imagen", desea.

Frente al PSV, la Real terminó sobre el terreno de juego con nueve canteranos, algo que no le sorprende a Martín Zubimendi porque "la Real es eso. Se le da peso a la gente de la cantera, no solo estando en la plantilla, sino dándole minutos y confianza. Imanol es un míster de la cantera, de casa, de la Real y sabe lo que tiene que hacer respecto a los chavales y los saca en el momento preciso. Siempre rinden bien".

Pensando ya en el Betis

Para Zubimendi, el triunfo de ayer no silo sirve parar. "Era cortar la racha en la que veníamos", añade. "La situación en la que estábamos ni mucho menos era mala, pero sí es verdad que, por cómo estábamos antes, quizá nos podíamos confundir, pero estamos en una buena situación, hemos logrado el pase, que eso sí sienta bien. nos da confianza". Pero lanza un aviso a navegantes: "Esto no para. Tenemos por delante partidos importantes, con equipos que están arriba y tenemos que seguir dando la cara".