La afición de la Real no terminó nada contenta con la labor de Jesús Gil Manzano durante el transcurso del encuentro entre la Real y el Real Madrid, pero ese malestar se va a traducir en otra sanción económica para la entidad blanquiazul. El trencilla dejó reflejado en el acta un suceso que le va a salir caro a la Real Sociedad como es el lanzamiento de una botella con el partido ya acabado y el trío arbitral encaminándose al túnel de vestuarios.

El de Don Benito redactó lo siguiente: "Al finalizar el encuentro y cuando estábamos accediendo al túnel de vestuarios, se lanzó una botella de líquido semillena desde la grada, teniendo que esquivarla y alcanzándome en la mano, no teniendo que ser asistido por los servicios sanitarios". La sanción económica parece clara. Y no es la primera en este sentido en el presente campeonato. El Comité de Competición sancionó a la entidad que preside Jokin Aperribay con 602 euros por el lanzamiento de una moneda en el partido que enfrentó a la Real y Sevilla en Anoeta, con Mateu Lahoz como colegiado de la contienda. Son sucesos que no deben producirse, como así se lo hizo saber, por ejemplo, Mikel Oyarzabal a algunos de los aficionados posicionados en la grada Aitor Zabaleta en el transcurso del partido ante el Valencia. El capitán mostró su enfado y no dudó en hacer gestos ostensibles desaprobación hacia los seguidores.

Pañolada de las que hacen afición

Que la afición de la Real no quedó satisfecha con la actuación de Gil Manzano es un hecho. Solo hubo que ver la pañolada con la que despidió al colegiado extremeño al término de los primeros 45 minutos. En la última acción del partido escamoteó un saque de esquina al equipo entrenado por Imanol Alguacil, estimando que se había cumplido el tiempo. El enfado de los jugadores, sobre todo el de Januzaj, era monumental. Le cogió la matrícula al belga, al que amonestó luego en la segunda mitad por "protestar una de mis decisiones". Eso sí, Gil Manzano no tuvo en cuenta la falta de la que había sido objeto el jugador de la Real en la acción anterior por Casemiro, que, una vez más, se fue de rositas de un campo tras cometer varias acciones de una dureza, cuanto menos, sancionable. Que se lo pregunten a Alexander Isak.

Y no podía faltar, tampoco, la jugada polémica del encuentro, con el centrocampista brasileño de por medio. Las imágenes demuestran una mano clara de Casemiro en una acción con Le Normand, que Gil Manzano no vio y que podía haber cambiado el sino del partido de haberlo visto. Medié Jiménez, en el VAR, también optó por el silencio. Lo de siempre.