Karrikaburu ha marcado cuatro goles en doce jornadas. El que le hizo al Eibar no sirvió para puntuar. Los otros tres, en cambio, han coincidido con las victorias que suma el Sanse hasta la fecha, ante Leganés, Alcorcón y Amorebieta. No puede responder a la casualidad. Como tampoco lo es que los triunfos en Santo Domingo y Lezama hayan contado igualmente con la rúbrica de un Alkain abonado a las dianas espectaculares. El filial blanquiazul siempre compite, acostumbra a desarrollar un buen fútbol, pero también ha adolecido este mismo curso de cierto colmillo arriba, de una agresividad ofensiva que Jon y Xeber, Xeber y Jon, aportan a raudales. Con ellos sobre el campo todo resulta más sencillo. Aunque, para que ambos pongan de su parte, hay que sentar unas bases que el equipo, equipo con mayúsculas, volvió a poner este domingo en las instalaciones del Athletic.

El Sanse se impuso al Amorebieta en Lezama, en un partido durante el que ambos equipos demostraron de inicio conocerse muy bien, a raíz de los enfrentamientos dirimidos en Segunda B. Así, el cuadro local asumió que no iba a ganar una hipotética batalla por la posesión y puso todo su empeño en taparle al Sanse los carriles interiores. Los puntas del 5-3-2 vizcaino defendían muy juntos, borrando del mapa el pase de Urko o Arambarri a Pokorny. Pero Xabi Alonso demostró tener un plan para conseguir que las ofensivas txuri-urdin acercaran a los suyos al área del oiarztuarra Mikel Saizar.

El filial realista activó sus ataques desde la posición de sus laterales, forzando así el salto a la presión de un interior local. Y a partir de esa situación trató de encontrar dentro a un hombre libre para que este lanzara en profundidad. El Amorebieta esperaba con un bloque muy corto, cuya zaga actuaba muy adelantada, ante lo que el Sanse acreditó tener muy claro lo que tocaba. Los txuri-urdin llegaron incluso a saltarse en muchas ocasiones ese paso previo de elaboración interior, principalmente cuando el pie privilegiado de Urko encontraba espacio y tiempo para expresarse. Los envíos en profundidad del vitoriano para Alkain, que se pegó a la cal en el arranque y permutó luego con Blasco, generaron, por ejemplo, un gol anulado al hondarribiarra por un fuera de juego que sí existió.

El equipo blanquiazul consiguió así mostrarse superior en los primeros 45 minutos a un rival cuyo librillo rezaba en su primera página aquello de ser vertical tras robo. En cuanto la Real incurría en alguna pérdida, el lanzamiento directo a los puntas o a la subida de los carrileros vizcainos estaba asegurado. Pero el Sanse controló bien estas situaciones y además inquietó a su rival. Ya antes del gol de Karrikaburu, había merecido adelantarse en un cabezazo de Magunazelaia a centro de Blasco, desbaratado por el citado Saizar. El 0-1, sin embargo, se resistió hasta el minuto 45, cuando la receta txuri-urdin encontró toda su razón de ser. El interior Iker Bilbao tuvo que salir a Blasco, San José descuidó la marca dentro a Olasagasti y el donostiarra buscó la espalda de la zaga en cuanto recibió. De ese envío a Magunazelaia nació un peligroso disparo del propio Olasagasti, cuyo rechace por parte del portero embocó el punta de Elizondo.

El escenario cambió tras el descanso. Y no es que el Amorebieta introdujera en desventaja sofisticadas novedades tácticas. Simplemente elevó uno o dos escalones el ímpetu de su presión, lo que le llevó a defender más adelantado. Y redobló además su apuesta por el fútbol directo dando entrada a Orozko en punta. Los balones largos y aéreos al área de Ayesa se sucedieron durante los primeros minutos de la reanudación, en los que Olaetxea, Óscar Gil y el propio Orozko, este con dos remates consecutivos a la madera, estuvieron muy cerca de establecer el 1-1. La salida en tromba de los de Iñigo Vélez, sin embargo, fue poco a poco diluyéndose, mientras el Sanse se asentaba, mantenía su renta cada vez con mayor comodidad y se acercaba incluso a un tranqulizador 0-2 que lograría Alkain. Un rechace en largo de Arambarri terminó bajándolo al césped Olasagasti con una delicatessen, y del resto se encargó el hondarribiarra mediante dos gélidos quiebros donde el 99% de los futbolistas tienden a ponerse histéricos. Resolvió con la zurda, marcó su quinto gol de la temporada y dejó en anecdótico el tanto final de los locales, con el descuento ya cumplido.

Ficha técnica

AMOREBIETA Saizar; Larra, Óscar Gil (Amorrortu, m. 86), Markel Lozano, Luengo, Ozkoidi; San José, Olaetxea (Peña, m. 67), Iker Bilbao (Álvaro, m. 74); Obieta (Orozko, m. 45), Guruzeta (Etxaburu, m. 67).

REAL SOCIEDAD B Ayesa; Blasco, Urko, Arambarri, Ezkurdia (Romero, m. 32); Pokorny, Olasagasti, Sangalli (Kortajarena, m. 68); Alkain (Naïs, m. 85), Karrikaburu (Ander, Martín, m. 68), Magunazelaia (Martón, m. 85).

GOLES 0-1, m. 45: Karrikaburu. 0-2, m. 83: Alkain. 1-2, m. 92: Amorrortu.

ÁRBITRO Trujillo Suárez (Colegio Canario). Amonestó al local Orozko; y a los txuri-urdin Alkain y Urko.

INCIDENCIAS Partido disputado en las instalaciones del Athletic en Lezama. Imanol Ezkurdia se retiró lesionado en el minuto 32, siendo relevado por Cristo Romero.