Suma y sigue. Tras la victoria conseguida el sábado en Anoeta contra el Mallorca, la Real Sociedad cuenta con 20 puntos después de nueve jornadas ligueras y figura en el liderato de la Primera División, tras describir una trayectoria inicial muy relacionada con la madurez que ha adquirido el equipo. Las cuatro victorias ligueras que ha conquistado la escuadra de Imanol se han producido por idéntico resultado, 1-0, convirtiéndose la fortaleza defensiva de los txuri-urdin en uno de sus principales activos.

La de contener a los rivales es una capacidad adquirida durante las últimas temporadas y que permite a la Real dar un paso atrás cuando la situación así lo requiere, cosa que el propio Imanol renunciaba a hacer en sus inicios al frente del plantel. El crecimiento experimentado, sin embargo, le permite ahora alternar registros, pues sus pupilos dominan distintas propuestas.

El triunfo ante el Mallorca ilustra todo ello a la perfección, si contraponemos dicho encuentro a un partido muy similar que albergó Anoeta hace solo dos años. Sucedió el 6 de octubre de 2019, cuando la Real recibió en Anoeta al Getafe. Los txuri-urdin se adelantaron con gol de Willian José, sufrieron luego la expulsión de Diego Llorente y, pese a la inferioridad numérica, continuaron mostrándose fieles a su idea inicial, buscando la portería contraria.

Los entonces dirigidos por Bordalás terminaron remontando el encuentro. Pero Alguacil no se arrepintió de la osada actitud mostrada por su equipo ante las circunstancias. "Prefiero perder así que juntándonos atrás y sufriendo. Habla mucho y bien de los futbolistas cómo hemos ido a por el segundo gol con un jugador menos", declaró el oriotarra tras el partido.

El contexto futbolístico era otro, muy distinto al actual, porque Imanol acababa de concluir su primera pretemporada entrenando al plantel. Su obra estaba aún en ciernes, y el equipo dominaba principalmente su plan A, una idea de juego basada en los ritmos altos, en los riesgos tanto en la presión como en la salida del esférico y en especular más bien poco.

De un tiempo a esta parte, mientras, la Real ha adquirido un poso y unas horas de vuelo que se han traducido en una mayor capacidad para defender el área desde el repliegue. Y esta es una faceta que permite a su vez a los txuri-urdin mostrarse mucho más adaptables a las circunstancias.

Lo demostraron el sábado, cuando con 0-0 en el marcador y un futbolista menos, tras la expulsión de Aihen en el minuto 44, apostaron por dar un paso atrás y esperar al Mallorca con un bloque bajo y muy estrecho. Los bermellones juntaban a muchos futbolistas en zonas interiores y la Real dio prioridad a tapar esos carriles, permitiendo al rival la salida por fuera. Esto se tradujo en el envío al área txuri-urdin de numerosos centros, pero ahí los blanquiazules se hicieron fuertes para otorgar a Remiro una noche relativamente tranquila y dar la razón a su entrenador.

El propio Alguacil explicó cuál ha sido la evolución de su equipo durante estos años, en la rueda de prensa posterior al partido contra el Mallorca. "Seguramente, hace tres años habría decidido otra cosa en el descanso, después de la expulsión. Pero esa vez lo tenía claro, porque el equipo me transmite una solidez a nivel defensivo que hemos trabajado y que nos hemos labrado durante este tiempo. Ante un Mallorca que juega bien y al que no es fácil quitar la pelota, nos iba a costar jugar de tú a tú con uno menos. Así que no he dudado, y los jugadores tampoco. Nos hemos juntado y hemos esperado a que llegara nuestro momento. Así ha sido y hemos podido sumar la victoria".