- Posiblemente nos quedemos cortos si afirmamos que, ahora mismo, la Real es el equipo de moda en la Liga. Hablamos, más bien, del club de moda, ya que al buen hacer de la plantilla de Imanol se vienen sumando los éxitos de las estructuras que la sustentan: el Sanse y la Real C de Sergio Francisco. Los futbolistas promocionados para cubrir bajas rinden pese al salto, y las escuadras blanquiazules se muestran siempre reconocibles sobre un campo, ganándose los elogios de los entrenadores rivales. Las buenas palabras, además, no significan una pose, pues esos técnicos confirman luego con hechos el respeto que le tienen al primer conjunto txuri-urdin.

  • Lea más: próximos rivales, Mallorca y Sturm Graz

Y es que a Imanol se le está complicando últimamente la papeleta táctica. De un tiempo a esta parte, venía acostumbrándose ya a que los adversarios modificaran el guion habitual para contrarrestar a su equipo. Y los partidos más recientes han terminado de dibujar un panorama de incertidumbre por encima de lo normal, respecto a lo que puede plantear el rival de turno. El oriotarra se rodea en Zubieta de un buen equipo de técnicos que analizan a los contrincantes hasta el más mínimo detalle. La tarea resulta más difícil con precedentes como los de Granada, Elche, Mónaco o Getafe.

Lo cierto es que el curso arrancó sin sobresaltos en los planes de partido. Barcelona, Rayo, Levante, Cádiz, PSV, Sevilla... Todos se midieron a la Real desde lo previamente esperado, con los lógicos matices y retoques que implica cada partido. De hecho, en algunos de estos duelos fue el propio Imanol quien sorprendió, por ejemplo ante el Sevilla con el 4-4-2 que reunió en punta a Isak y Sorloth. La buena trayectoria del equipo txuri-urdin, sin embargo, ha cambiado las tornas hasta el punto de que los últimos cuatro rivales han alterado su hoja de ruta para hacer frente a la escuadra guipuzcoana.

Cada uno de estos partidos y cada adversario han contado con sus particularidades. En cualquier caso, puede también generalizarse para subrayar que los últimos oponentes de la Real se han mostrado más precavidos de lo que acostumbraban, convirtiendo una faceta del juego en obsesión para ellos: tapar el fútbol interior de los txuri-urdin. El Granada lo hizo dejando siempre a tres futbolistas en el centro del campo, incluso cuando presionaba arriba, tarea a la que se sumaba un extremo y no un interior. El Elche y el Getafe apostaron por la fórmula del rombo. Y el Mónaco fue, posiblemente, el adversario que más sorprendió con su actitud. Normalmente osados y alegres, los de Kovac aterrizaron en Anoeta con muchísimo respeto hacia los locales, armando una línea de cinco en la medular.

Hoy es el día en el que para el técnico realista, más aún vistos los precedentes inmediatos, los partidos arrancan una hora antes del pitido inicial. Desde que conoce la alineación del rival hasta que sus futbolistas salen a calentar cuenta con unos minutos que pueden valer oro si los utiliza para matizar el plan según lo que propone el rival. Contra el propio Elche, por ejemplo, aseguró haber intuido previamente que ese 4-4-2 se iba a disponer en rombo, y luego el equipo lo demostró sobre el césped con ciertos comportamientos.

Sin embargo, no siempre puede anticiparse uno a lo trabajado por el rival, tal y como quedó claro el pasado domingo en Getafe. Enfrente hubo, de nuevo, una medular en rombo, pero el libreto txuri-urdin en el arranque no buscó tanto abrir a las alas como conectar por dentro. La Real ha completado un inicio de campaña notable. Pero hay aspectos en los que está pagando ya, en cierto modo, el precio de la fama.

Partidos previos. En la imagen de la izquierda se aprecia cómo el Granada fue más osado en la presión ante el Betis, soltando a un interior de su centro del campo para que impidiera el avance de un central visitante.

Ante la Real. Los de Robert Moreno se mostraron mucho más precavidos a la hora de defender. Emparejaron a sus tres medios con la medular txuri-urdin para tapar a los de Imanol todos los pasillos interiores, lo que llevó a la Real a abrir a la cal a los extremos.

Partidos previos. En las seis primeras jornadas de Liga, Escribá hizo del 5-3-2 su dibujo de cabecera. Lo abandonó para visitar Anoeta en la séptima. Y el pasado fin de semana lo recuperó en casa contra el Celta (victoria 1-0).

Ante la Real. Buscó tapar el juego interior de la Real variando a un 4-4-2 con centro del campo en rombo. Los blanquiazules supieron salir por fuera y el Elche varió sobre la marcha a un 4-4-2 con medular en línea, lo que dificultó la tarea al equipo de Imanol.

Partidos previos. Venía ordenándose en un 4-2-3-1 con matices en las fases de presión alta, muy habituales.

Ante la Real. Varió algo el esquema (4-5-1 en Anoeta) pero varió, sobre todo, la actitud de los monegascos. Esperaron a la Real pertrechados en el centro del campo con una línea de cinco, apenas apretaron los inicios de las jugadas txuri-urdin y tampoco apostaron por salir combinando desde atrás como habían intentado en todos los encuentros previos. Fotos:

Partidos previos. En su búsqueda de resultados que no llegaban, y condicionado también por las bajas, Míchel empleó dibujos distintos durante las siete primeras jornadas. Antes de medirse a la Real, apostó por el 5-3-2 contra Atlético de Madrid y Betis.

Ante la Real. El Getafe regresó al 4-4-2 con el que arrancó la Liga, pero desde el importante matiz del rombo en la medular. A la Real le costó descifrar la ecuación, más que ante el Elche, pero terminó haciéndolo tras el descanso.